Las fuerzas armadas comandadas por el mariscal Khalifa Haftar, ubicadas en el oriente libio encontraron las casi 2,5 toneladas de mineral de uranio, cuya falta reportó, recientemente la OIEA.
Según el jefe de la unidad que informó el hallazgo, los 10 bidones con el mineral estaban cerca de la frontera con Chad, mientras que inspectores de la agencia de la ONU trabajan para verificar los detalles del asunto.
La OIEA notificó la pérdida de los recipientes que contenían el uranio al afirmar que “no estaban presentes (en el depósito) como se declaró anteriormente” y que su “falta podría plantear riesgos radiológicos y problemas de seguridad”.
El auditorio mundial y en especial el africano observa cómo el descontrol continúa siendo una de las principales secuelas del derrocamiento y asesinato del líder Muamar Gadafi en un episodio bélico teledirigido por Occidente,
Hace 12 años, en un contexto complejo de “revoluciones primaverales”, países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), aliados árabes, mercenarios y bandas internas la emprendieron contra la estructura estatal del país norteafricano.
- Consulte además: Unión Africana por reconciliación en Libia
Esa guerra relámpago (o Blitzkrieg al estilo nazi) ocurrió entre el 17 de marzo y el 20 de octubre de 2011 con el propósito evidente de desarticular el Estado de las masas, la Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular Socialista.
También es innegable que su destrucción como entidad política se alineaba con la estrategia de explotación posconflicto de sus recursos energéticos: petróleo de óptima calidad con bajo contenido de azufre, y gas.
Aún el país sufre las consecuencias de un caos incontrolable que posibilitó la dispersión de sus arsenales, el fomento del vandalismo y la reciente e importante pérdida de uranio.
Se desconoce cómo y cuándo desapareció el mineral ni quién pudo tomarlo, la OIEA afirmó que para llegar hasta la ubicación de donde se hallaban los bidones, se requería una “logística compleja”.
Medios de prensa luego definieron que los contenedores de uranio se hallaron a unos cinco kilómetros de donde estuvieron almacenados en el sur de Libia.
El material es identificado como uranio natural y, conforme con expertos, no puede utilizarse de inmediato para producir energía o como combustible para fabricar bombas, pero esas limitaciones pueden variar según las posibilidades de quien lo tomó.
En posesión de sujetos con los medios y recursos tecnológicos requeridos esas casi 2,5 toneladas podrían refinarse pasar a ser 12 libras de sustancia apta para emplearse con el tiempo para fines armamentísticos, acotan los especialistas.
Una misión del Organismo Internacional de Energía Atómica quería visitar el lugar el año pasado, pero su viaje fue pospuesto por los combates entre las facciones rivales, lo cual atrasó la inspección para el control que pretendían realizar los expertos.
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