En este fragmento de la tercera parte de su entrevista con el diario argentino Página 12, Julian Assange argumenta acerca de la pertenencia de la USAID al complejo militar industrial de Estados Unidos y muestra la actuación hipócrita de organizaciones como Human Rigth Watch y Amnisty Internacional.
—¿Cómo juega Estados Unidos en Ecuador?
—Hay algo que no se menciona mucho en los medios tradicionales, incluyendo los de América Latina, y es que en Estados Unidos se está centralizando el poder bajo una sola pirámide de patronazgo definida como el complejo militar industrial. Dirás que siempre pasó eso. ¿Pero está pasando más ahora? Sí, está pasando mucho más. Las dieciséis agencias de Inteligencia estadounidenses han sido agrupadas bajo un mismo paraguas. El enroque entre el jefe de la CIA y el de las fuerzas armadas significa que la CIA ha sido arrastrada bajo la influencia del complejo militar industrial. Además, y sin que llamara la atención, este año el presupuesto del Departamento de Estado y el presupuesto de la USAID (agencia de asistencia del Departamento de Estado) han pasado a ser parte del presupuesto de seguridad nacional. Entonces toda esta ficción de que la USAID era una agencia independiente, como se les decía a los latinoamericanos, ya no lo dice más el gobierno de Estados Unidos, ya no se sostiene de ninguna manera. Según la descripción de esta maniobra que aparece en la página web del Departamento de Estado, ya que éste estaba trabajando codo a codo con los militares, entonces es natural que sus presupuestos pasaran a formar parte del presupuesto para la seguridad nacional. La USAID forma parte del esquema de seguridad nacional y eso representa un importante traspaso de poder. El Departamento de Estado había sabido ser un punto de poder independiente en Estados Unidos, lo mismo que la CIA. Ambos han sido barridos bajo la misma pirámide de patronazgo, lo cual representa una consolidación del poder. Es lo mismo que pasó con Putin cuando domesticó a los oligarcas rusos. Todos quedaron bajo la pirámide central del poder militar ruso. Entonces cuando ves a Correa y los suyos quejarse de que Fundamedios (una ONG muy crítica del gobierno de Correa) se financia con fondos de la USAID, yo me quejo también. Ya no hay disimulo.
—¿Cómo han reaccionado las principales organizaciones internacionales de derechos humanos a las denuncias filtradas por su organización?
—De manera absurda y altamente hipócrita. Human Rights Watch y Amnesty International y otras ONG occidentales de derechos humanos no se pronuncian acerca de Hammond (Jeremy, preso en Nueva York, acusado de filtrar a Wikileaks más de dos millones de correos electrónicos de la agencia de inteligencia privada Stratfor). Se niegan a decir que es un prisionero político.
—¿No lo apoyan?
—No dijeron una puta palabra.
—¿Y Manning (Bradley, preso en Virginia, acusado de filtrar 250.000 cables diplomáticos a Wikileaks)?
—Durante el pico de la campaña para que dejen de torturarlo psicológicamente dijeron algo, pero sólo después de que todo el mundo estaba hablando del tema.
—A usted le dieron un premio (fue Amnesty International).
—Me dieron un premio en el 2009, antes del conflicto con Estados Unidos. Desde entonces no han dicho nada. Es muy interesante lo que ha pasado con Amnesty. ¿Cuál es la perspectiva latinoamericana acerca de Amnesty?
—Hay una valoración muy positiva de lo que hicieron durante las dictaduras.
—Exactamente. Entonces Amnesty tuvo un rol bastante interesante y Human Rights Watch, en menor escala, hizo exactamente lo mismo. La misión original de Amnesty era bastante simple. Era hacer que sean liberados los prisioneros de conciencia. Ahora, Amnesty nunca habló de los prisioneros de conciencia en el Reino Unido o en Estados Unidos, nunca lo hizo en un grado significativo. Para ganar su legitimidad, para pegarle a la Unión Soviética con un bastón moralizador y denunciar a los prisioneros de conciencia soviéticos, Amnesty también habló de los prisioneros de conciencia en América latina. Esto es correrse dos pasos de Reino Unido (Amnesty tiene su base en Gran Bretaña). Reino Unido es un aliado de Estados Unidos, que a su vez era un aliado de las dictaduras latinoamericanas. Entonces estás a dos pasos de Reino Unido, pero eso le dio a Amnesty la reputación necesaria de neutralidad, que después usó para castigar a la Unión Soviética por sus prisioneros de conciencia. Ahora que la Guerra Fría ha terminado y las dictaduras de derecha en América latina han terminado, ¿qué va a hacer Amnesty para tratar de ganar alguna percepción de legitimidad? Bueno, no puede atacar en terreno propio, no puede atacar en Reino Unido o algo demasiado cercano a Reino Unido como es Estados Unidos, entonces se ha expandido y se dedica a campañas ridículamente desproporcionadas, sobre cosas como (la detención de grupo de rock ruso) Pussy Riot y otras acciones mediáticas en contra de presuntos enemigos de Reino Unido y Estados Unidos. Pero no dicen nada sobre mi estadía acá, sobre el asilo que me dieron, sobre mi detención domiciliaria por 560 días sin haber sido acusado, ni los cuatro días que pasé en una celda de aislamiento, no dicen nada de gente como Hammond y otras presuntas fuentes nuestras que han sido detenidas.
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