La desmemoria no es aliada de los pueblos. Por eso Venezuela recuerda quiénes le han sido fieles a la soberanía de la Patria. Y no olvida a los cobardes y desleales que han intentado socavar su derecho a la autodeterminación.
Así, aunque el Comité Nobel haya determinado que, “por su incansable labor de promoción de los derechos democráticos del pueblo de Venezuela y por su lucha para lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”, la líder de la derecha más extremista en la nación sudamericana, María Corina Machado, fuera merecedora del Premio Nobel de la Paz 2025, alrededor del 91 % de sus coterráneos la rechaza, muy por encima de otros líderes.
“Las democracias occidentales tienen que entender que un régimen criminal solo saldrá del poder ante la amenaza creíble, inminente y severa del uso de la fuerza”, dijo en mayo de 2019, en entrevista con Voz de América, la hoy ¿ganadora? del Nobel contra la Paz.
En esa ocasión, ni por primera ni última vez, invocó la Responsabilidad de Proteger (R2P), que es una norma de la ONU que permite la intervención internacional para prevenir crímenes atroces y violaciones de derechos humanos.
Promotora de acciones de estabilización social e institucional, como guarimbas, golpes de Estado, referéndums revocatorios tras comicios presidenciales, sanciones, bloqueo violencia contra su propio país, la ultraderechista no es sino una ciudadana desleal y altamente comprometida con el belicismo.
Por solo mencionar algunos de sus momentos más “pacíficos”, recordemos que en 2002 firmó el Decreto Carmona, en una intentona de institucionalizar el golpe de Estado contra Chávez; en 2005 se reunió con el entonces presidente de EE. UU., George W. Bush, en una etapa de altas tenciones entre los dos países; en 2014 fue embajadora alterna de Panamá en el Consejo Permanente de la OEA, espacio en el cual demandó una invasión a Venezuela, por lo que fue destituida como diputada a la Asamblea Nacional.
Inhabilitada administrativamente desde 2017, por la Contraloría General de la República, para ejercer cargos públicos, y luego por la Fiscalía General de la República, apoyó a Guaidó en su interinato, lo que le costó a la nación la pérdida de importantes activos, como CITGO y Monómeros.
Constituyó el 2024 uno de los años de mayor actividad en su carrera política, aunque los resultados no fueron los que esperaba. En su “doble candidatura” con Edmundo González Urrutia, llevó a cabo una campaña para desconocer los resultados de los comicios presidenciales, promover la violencia a través de los comanditos terroristas durante las primeras horas tras las votaciones y junto a la Administración Biden impulsó el proyecto de ley estadounidense Bolívar, que pretendía aumentar el aislamiento económico del país.
Ante los ojos del mundo
Con tal currículum, no asombra que, junto al pueblo venezolano, en el mundo la reacción ante tal aberración, sea altisonante. La comunidad internacional, aunque algunos se tapen los ojos o viren la espalda, reconoce la falta de sensatez del Comité del Nobel.
Así, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, calificó de vergonzoso el otorgamiento de este Premio “a una persona que instiga a la intervención militar en su Patria y en años pasados a protestas callejeras en las que quemaban personas vivas”. Y aseguró que se trata de “una maniobra política que intenta singularizar a Venezuela y minar su liderazgo bolivariano”.
Es vergonzoso el otorgamiento de este Premio en 2025 a una persona que instiga a la intervención militar en su Patria y en años pasados a protestas callejeras en las que se quemaban a personas vivas.
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) October 10, 2025
Por su parte, el Premio Nobel de la Paz 1980, Adolfo Pérez Esquivel, manifestó al respecto: “No la reconozco en ninguna actitud de trabajar por la paz (…) el Nobel de la Paz es para la paz”.
Mientras que el mandatario colombiano, Gustavo Petro, recordó la carta que en 2018 enviase la Machado al entonces presidente de Argentina, Mauricio Macri y al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, solicitando intervenir en la nación sudamericana.
“¿Qué significa que busque usted apoyo en el único presidente latinoamericano que apoyó el genocidio y al genocida? ¿Qué significa que la gente de Noruega que entrega ese premio, estimule ese tipo de alianza mundial que no podría ser más que de barbarie y guerra y no de paz?”, publicó en X.
Mientras que, el destacado intelectual Ignacio Ramonet, aseveró que el hecho resulta “una aberración más del actual desorden internacional. Es el mundo al revés. Es hacer realidad la distopía de Orwell en 1984, en la que la verdad es la mentira y la paz en la guerra. Triste Nobel putrefacto”.
Y es que, si le quedaba algo de credibilidad al Comité de Noruega luego de entregarle el Nobel de la Paz a Henry Kissinger y Barack Obama, acaba de tocar fondo ante los ojos del mundo, pues nada de coherencia hay entre la palabra y la acción de la recién galardonada.
Mordida a la mano que alimenta
Aunque la líder del Partido Vente Venezuela haya dedicado el lauro a su pueblo –al que no le ha traído más que caos- y al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, “por su apoyo decisivo a nuestra causa”, dijo, el otorgamiento ha “levantado ronchas” entre ambos.
Resulta que el mandatario estadounidense fue contrincante suyo en la justa por el Nobel. Según sus cuentas, ha acabado con siete guerras y media. Y la pataleta por la derrota fue inmediata. El Comité “antepone la política por encima de la paz”, sentenció Steven Cheung, director de Comunicaciones de la Casa Blanca.
Aunque después, a través de una llamada telefónica quisieron limpiar el desastre, ya estaba en redes y de boca en boca cuán ofendido se encontraba el inquilino del Despacho Oval y cuán despreciable ha sido la Machado al aceptar el premio al que, “con méritos” solo vistos por él y sus acólitos, aspiraba el hombre que ha estado “ayudándola en todo momento”, en palabras del propio Trump.
En cualquiera de los casos: el real y el deseado por el Presidente estadounidense, valdría revisar cuántas manchas de sangre tienen en sus manos, porque pesando sobre su conciencia no hay ninguna, evidentemente.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.