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sábado, 15 de noviembre de 2025

Maniobras vemos, aspiraciones no sabemos

Con la llegada del mayor portaaviones del mundo a aguas de América Latina y el Caribe, EE. UU. avanza en su escalada militar contra Venezuela...

Laura Mercedes Giraldez Collera en Exclusivo 14/11/2025
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Criminales en el Caribe
Criminales en el Caribe (José Ángel Téllez Villalón / Cubahora)

Lo ha dicho la ONU, se ha reiterado una y otra vez en escenarios diversos, y pareciera que los responsables de más de 76 asesinatos extrajudiciales en el Caribe y el Pacífico Oriental, tuviesen tapones en los oídos. Pero no, simplemente han decidido ignorar cualquier llamado de atención sobre sus violaciones a derechos humanos e internacionales. 
Continuamente ascienden las cifras de acciones cinéticas letales contra supuestas narcolanchas, y con ellas, las de muertos en esa lucha contra el narcotráfico, que muy mal tiene puesto el nombre, según demuestran los hechos. 
Hasta la fecha, el Gobierno de Estados Unidos –responsable de las acciones- no ha podido demostrar con evidencias, la implicación en el tráfico de estupefacientes, de las embarcaciones derribadas y ni siquiera puede identificar a las víctimas, quienes tampoco tuvieron la oportunidad de defenderse legalmente. 
En ese sentido, debemos tener en cuenta que, los militares estadunidenses no cuentan con la autorización legal para atacar a civiles que no representen una amenaza inminente, ni siquiera a los sospechosos de ser delincuentes. 
Esta acción, califica por estudiosos y legisladores de todo el mundo, como una violación flagrante del Derecho Internacional, acarreó que, según The New York Times, el Reino Unido, desde septiembre, haya dejado de compartir información con EE. UU. para identificar las embarcaciones sospechosas de transportar drogas.    
“Representa un distanciamiento significativo de uno de sus aliados más cercanos, y resalta el escepticismo generalizado que rodea la justificación legal de los ataques del gobierno estadounidense”, apunta el medio.
LO QUE NO HA PODIDO SER DEMOSTRADO
Aún con esas circunstancias expuestas a la luz pública, ni el fin del reloj de 60 días que dicta la Resolución sobre Poderes de Guerra de 1973, ni la resolución bipartidista presentada ante el Congreso para limitar las acciones bélicas del presidente Donald Trump sobre Venezuela, y que fue rechazada muy ajustadamente -49 votos a favor y 51 en contra- ni el anuncio de la Marina de Guerra de una pausa operativa del portaaviones USS Gerald R. Ford, tras pasar el estrecho de Gibraltar, han detenido el despliegue militar, el mayor de la región, en décadas. 
Así, este martes, la Marina de EE. UU. comunicó que el Gerald R. Ford, había arribado a aguas de América Latina y el Caribe, sin especificar ubicación. Solo dijo que se encontrabas en área de responsabilidad del Comando Sur. Se trata del más grande y moderno de su tipo en el mundo. 
¿Necesario ese despliegue para combatir el narcotráfico en esa zona, aun cuando la ONU ha confirmado que, el 87 % de las drogas que van hacia EE. UU. salen por el Pacífico, 8 % por Colombia, solo el 5 % intenta pasar por Venezuela? 
Al respecto, el Viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, manifestó en la red social X: “¿Cuál es el objetivo de un portaaviones, el más grande del mundo, en una campaña militar cuyo fin declarado es el combate al tráfico ilegal de narcóticos? ¿Cuántos estadounidenses dejarán de consumir las 2500 toneladas de cocaína que anualmente entran y se comercializan en EE. UU.?”, cuestionó.         
AMENAZAS, OBJETIVOS, ASPIRACIONES
¿Qué implica, entonces, la llegada de esta poderosa arma de guerra? Todo parece indicar que, más que reforzar la presunta lucha contra el narcotráfico, representa un paso de avance en la escalada bélica contra Venezuela, y que, sin dudas, es también una amenaza para la región. 
No podemos olvidar que en la reciente Cumbre Celac-UE, siete países (Argentina, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Panamá, Paraguay, Trinidad y Tobago) se opusieron a los párrafos de la Declaración Final, donde se reafirmaba a al área como Zona de Paz, se condenaba el genocidio en Gaza y se exigía el fin del bloqueo contra Cuba.  
Precisamente, la vicepresidenta Ejecutiva de la nación sudamericana, Delcy Rodríguez, ha asegurado que “Estados Unidos decidió declararle guerra, no solo a Venezuela, sino al mundo entero”. 
Si habrá una intervención directa en la tierra bolivariana o una operación quirúrgica para provocar un cambio de régimen –como insisten en llamarlo la ultraderecha nacional e internacional- no lo sabemos en este momento. Sin embrago, ninguna opción puede descartarse, el despliegue militar es lo suficientemente amplio como para llevarlas a cabo. Al menos en una primera etapa.    


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Laura Mercedes Giraldez Collera

Periodista


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