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miércoles, 6 de noviembre de 2024

Un NO radical

Siria asegura que la guerra de agresión que le ha sido impuesta únicamente terminará con la expulsión de todos los invasores extranjeros...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 19/08/2020
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Siria-EE-UU
Tropas sirias obligan a retirarse a una columna militar gringa que días atrás pretendía desconocer un punto de control gubernamental en la provincia de Al-Hasaka. (Tomada de HispanTV).

Y esa aspiración no puede ser más legítima para una nación y un pueblo que, a cuenta de los desmanes hegemonistas de Washington apuntalados por el sionismo, las satrapías regionales y los grupos terroristas islámicos, ha visto derruida su vida y su derecho al desarrollo integral por intermedio de los más sonados actos de barbarie.

Por eso, en instantes en que el Ejército Nacional y sus aliados rusos, iranés y del Hizbolá libanés han hecho polvo a los pretendidos rebeldes, es lógica y contundente la advertencia de Damasco a las fuerzas militares foráneas que intentan campear por sus fueros en territorio sirio, e incluso apropiarse de sus riquezas energéticas de manera totalmente ilegal y violatoria de la soberanía e integridad nacionales.

El gobierno legítimo de Bashar el Assad ha aseverado que la salida de los ocupantes gringos y turcos es condición inalterable para iniciar cualquier negociación política en Siria, toda vez que admitir ese desafuero es condenar cualquier proceso de diálogo a presiones y chantajes inadmisibles.

Siria, por tanto, proclama que no habrá paz total hasta que el último militar foráneo no autorizado por Damasco salga del país, y reitera que las acciones bélicas de las tropas nacionales, las milicias locales y los pobladores de las zonas ocupadas no cesarán hasta que se cumpla ese supremo objetivo.

Y no se trata de meras palabras. De hecho, medios de prensa se han hecho eco en las últimas semanas de los exitosos enfrentamientos armados de grupos tribales y comunitarios sirios contra los titulados grupos rebeldes y las fuerzas injerencistas norteamericanas en los puntos que ilegalmente ocupan.

Según estos contingentes populares de combate, la tarea es el fin de los segmentos terroristas y la expulsión de los soldados gringos de las bases y campos petroleros que se han tomado por la fuerza en medio de la ya moribunda contienda generada contra la nación siria por los intereses hegemonistas y sus socios regionales.

También hace apenas unos días, combatientes del ejército nacional intercambiaron disparos con una caravana militar estadounidense que intentaba eludir un puesto de control castrense sirio en la conflictiva provincia de Al-Hasaka.

Los usurpadores debieron retirarse, y posteriormente un helicóptero gringo atacó a los militares sirios en represalia por sus acciones defensivas.

De manera que si bien meses atrás todavía la guerra en Siria tenía como eje central descoyuntar a las bandas terroristas y los mercenarios locales bajo mando foráneo, hoy la contienda asume el cariz casi absoluto de verdadera guerra de liberación contra fuerzas invasoras extranjeras, una etapa donde, como se aprecia, ejército local y pueblo armado tienen la palabra.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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