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viernes, 1 de noviembre de 2024

Vuelta al mar proceloso

Washington anuncia presiones sobre Corea del Norte...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 27/03/2021
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Misiles-Corea del N.-EE-UU-Corea del Sur
Misil intercontinental desfila en Pyongyang.

Recambio de personajes en la Casa Blanca e insistencia absurda entre la casta en el poder de seguir desconociendo las realidades mundiales y el hecho tangible de que Washington ya no tiene la pujanza hegemonista que hacía temblar a muchos decenios atrás.

Ahora se trata de que la administración Biden, por intermedio de su secretario de Estado, Antony Blinken, acaba de anunciar una “revisión” de las tratativas con la República Popular Democrática de Corea, RPDC, a partir de incrementar las presiones contra Pyongyang por el desarrollo de su defensa, que suma armas nucleares y misiles para su lanzamiento.

El titular gringo de exteriores “argumentó” al respecto que su país está “interesado en reducir las amenazas que causa el programa nuclear y de misiles de Corea del Norte”, y “mejorar la vida” de las personas en esa nación.

Hay que recordar que Donald Trump, quien llegó al extremo de amenazar a Corea del Norte con borrarla del mapa en plena Asamblea General de la ONU, terminó sonriente junto a Kim Jong-un y hasta se convirtió en el primer dignatario gringo en visitar la zona desmilitarizada entre el Norte y el Sur de Corea.

Desde luego, los días demostraron que aquella fanfarria tuvo tal vez más que ver con los particulares alardes publicitarios del presidente republicano que con un serio interés por rebajar las siempre tensas relaciones bilaterales, aun cuando Pyongyang llegó incluso a sobresalientes gestos de buena voluntad como frenar sus programas de misiles y cerrar instalaciones nucleares.

Ahora el grupo de lidera Biden parece apostar nuevamente por calentar los ánimos (bien lejos de su geografía nacional, por supuesto) no solo para agriar la situación entre las dos Coreas, sino además para establecer focos de inestabilidad muy cerca de China.

El asunto es que, a seguidas de las “consideraciones” del secretario Blinken, tanto Washington como Seúl reprogramaron sus tradicionales ejercicios militares conjuntos que tanto irritan a Corea del Norte, toda vez que son verdaderos simulacros de invasión contra su territorio y una amenaza constante y latente a su seguridad.

En ese sentido, la irresponsabilidad y la ojeriza norteamericana llegaron al límite cuando, según medios de prensa, y en declaraciones hechas en territorio surcoreano, el secretario de Defensa norteamericano, Lloyd Austin, indicó, en alusión al vecino norteño, que los militares estadounidenses acantonados en el Sur estaban listos para “luchar esa misma noche”, a la vez que “continuamos avanzando hacia la eventual transición del Control Operacional en tiempos de guerra a un futuro Comando de Fuerzas Combinadas con Seúl”. Todo luego de que Pyongyang reprobara los ejercicios bélicos a que hemos hecho referencia en párrafos anteriores.

Militares gringos los desplegados en el Sur que, dicho sea de paso, han llegado a sumar decenas de miles, y han tenido en su poder arsenales y artilugios atómicos desde hace mucho tiempo.

En esa cuerda, analistas subrayan que el quehacer diplomático de Washington para la desnuclearización de Corea del Norte ha permanecido estancado por su cerrera negativa a levantar una larga serie de sanciones impuestas a su interlocutor, con el evidente interés de hacer valer las condicionantes de la Casa Blanca a viva fuerza.

Las mismas fuentes confirman que, en repetidas ocasiones, las autoridades de Corea del Norte han instado a sus pares surcoreanos a poner fin a los ejercicios militares conjuntos que vienen realizando con las fuerzas estadounidenses, por considerar estos juegos de guerra como el preludio de una invasión terrestre, razón por la cual Pyongyang ha insistido en que se reserva el derecho de fortalecer su poderío militar.

Y en esa cuerda hay una verdad innegable: la RPDC ya no es una nación con un poderío militar convencional respetable, sino que en respuesta a la perenne agresividad externa se ha convertido en miembro del reducido grupo de Estados poseedores del arma nuclear y, por tanto, capaz de alzar la voz de manera contundente cuando se le ofende o pretende intimidar… y eso lo saben Washington y quienes le hacen el juego.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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