Bruzón y su buena suerte en Wijk aan Zee

Todos esperaban una reacción del Gran maestro cubano Lázaro Bruzón. Era el jugador más fuerte del grupo B, en el torneo Tata Steel y realmente en la primera parte del certamen no mostró su mejor nivel. El tunero, con sus 2691 puntos de ELO, estaba preocupado porque apenas logró 1,5 puntos en cuatro partidas.

El revés inicial contra el indio Pentala Harikrishna fue un duro golpe para el cubano, considerado por la gran mayoría como el principal favorito en la agrupación. Luego vinieron tres tablas ante el holandés Dimitri Reinderman (2581), el ruso Alexander Motylev (2667) y, sorpresivamente, contra la ucraniana Kateryna Lahno (2557). Quizás la derrota desconcertó al cubano, pues en las siguientes fechas estuvo en posiciones inferiores e incluso Lahno logró un amenazante peón de ventaja que Bruzón supo detener y, al menos, dividió la unidad.

Entonces vino la jornada de descanso y a partir de allí comenzó el cambio. En la quinta jornada el rival fue el indio Dronavalli Harika (2516) y frente a este contrario, de inferior calidad, Bruzón aprovechó un peón pasado por la columna “h” que desequilibró la posición y abrió la puerta para el primer éxito en Wijk aan Zee.

Al día siguiente el tunero chocó contra la lituana Viktorija Cmilyte (2503). Este duelo fue mucho más reñido de lo esperado porque el final, con peón de más para el cubano, parecía difícil de ganar. No obstante, Bruzón sabía cuánto representaba esa partida y continuó presionando, hasta que Cmilyte cometió un serio error en el movimiento 71. Quince minutos después Bruzón regresó a su habitación, probablemente muy feliz con su segundo triunfo.

La racha de victorias concluyó en la partida frente al holandés Erwi L’ Ami (2596). Aquí Bruzón alcanzó una prometedora posición, en el final de dos torres y dos peones; sin embargo, no realizó las jugadas precisas y L’ Ami escapó del peligro y se firmó un empate que, de seguro, no dejó satisfecho al cubano.

Esa sensación parecía que podría repetirse en la séptima ronda, cuando Bruzón tuvo tablero por medio al veterano Jan Timman (2571). El tunero llegó a tener una amplísima ventaja; pero en ese momento, en medio del apuro de tiempo, no encontró las variantes más adecuadas y Timman logró cierto equilibrio. Otro empate hubiera sido una pésima noticia, así que Bruzón respiró profundo cuando el experimentado holandés hizo el movimiento c3. Esa era la peor jugada de todas y el cubano respondió con el aplastante Ta4 que llevó a la rendición inmediata de su contrario.

Quedan cinco rondas y Bruzón no puede permitirse más de un empate, porque aparece en la tercera posición del grupo, con cinco puntos, al igual que L’Ami. Como líder se mantiene Harikrishna quien acumula seis unidades, media más que Motylev. El final no será fácil porque el cubano enfrentará a dos de los ajedrecistas de mayor coeficiente ELO: el ruso Vladimir Potkin (2684) y el local Sergei Tiviakov (2677). 

CARLSEN Y ARONIAN COMPARTEN LA CIMA

Los dos jugadores que encabezan el ranking mundial comparten la cima del grupo principal en Wijk aan Zee. Magnus Carlsen y Levon Aronian acumulan 5,5 puntos de ocho posibles; aunque el noruego tiene una importante ventaja: derrotó al armenio.

El torneo ha sido muy reñido y en el segmento final pudieran producirse grandes cambios en la tabla de posiciones. Aronian y Carlsen son perseguidos por el azerí Teimour Radjabov, con cinco unidades; mientras un trío de ajedrecistas ha logrado 4,5: Vassily Ivanchuk—invicto en las ocho fechas—, Fabiano Caruana e Hiraku Nakamura, el vencedor de la edición anterior del Tata Steel.

En este grupo ha llamado mucho la atención el pobrísimo nivel mostrado por Boris Gelfand y el checo David Navara. El israelí ha estado inferior en casi todas sus partidas y ya tiene tres reveses, sin dudas, una señal poco alentadora cuando faltan cinco meses para el match por la corona, ante el monarca Viswanathan Anand.