Todavía ando anonadado con la inesperada y pálida actuación de Cuba en el Campeonato Mundial de Balonmano 2025, rama masculina, con sede en Zagreb, capital de Croacia, que reunió a 32 conjuntos.
Los cubanos no participaban en una cita del orbe desde la edición del 2009, precisamente en suelo croata. Realmente, lo que iban a enfrentar en su grupo eliminatorio G era bastante complicado. No obstante, siempre quedó un poco de optimismo de los especialistas -entre los que me incluyo-, para un equipo que ganó el Campeonato de Naciones Emergentes de 2023 y el Campeonato de Norteamérica y el Caribe en 2024.
Pero no les funcionó nada a los discípulos del director técnico Jover Hernández y perdieron sus siete partidos, tres en la fase de grupos y cuatro en la llamada Copa Presidente, en la que participaron los ocho conjuntos que quedaron en el último lugar de sus respectivas llaves. Así, discutirían los lugares del 25 al 31.
Y no hubo nunca un cambio de actitud. Pocos disparos y efectividad por el suelo, defensa pálida, trazos ineficientes para llegar al arco rival y muchas pérdidas de balones.
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Si a eso le sumamos el pésimo somatotipo de sus jugadores en un deporte en el que continuamente hay roces violentos, entonces el resultado no podía ser otro. Penosamente, se despidieron sin conocer la victoria.
Siempre he escuchado que en el deporte los números son fríos y no transmiten lo que realmente sucede en una cancha. Pues bien, las estadísticas demostraron el por qué de esta magra actuación. En la fase de grupos, Cuba perdió sus tres partidos contra Eslovenia (19-41), Islandia (19-40) y Cabo Verde (28-38).
Mientras, en la Copa Presidente cedieron ante Baréin (26-39), Estados Unidos (26-27), Japón (23-32) y Guinea, partido que llegó al tiempo reglamentario igualados a 28. Pero el elenco africano ganó en los penaltis (31-30).
Si se suman ambas fases, Cuba permitió la friolera de 247 goles y marcó 171.
Los jugadores más destacados de Cuba en el Mundial de Balonmano 2025 fueron Hanser Rodríguez, máximo anotador con 26 tantos, y Frank Cordiés, autor de 22 goles y 26 asistencias. Estos serán dos jóvenes valores que intentarán mejorar el balonmano nacional. Creo que con ellos sí se puede contar para empeños mayores.
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