Luego de caer en seis ocasiones consecutivas víctima de Serbia, Italia y Alemania, la selección cubana parece condenada a tocar fondo en la XXIV Liga Mundial de Voleibol, pues Rusia desembarcó en La Habana con una potente armada y sale como amplia favorita para vencer viernes y sábado en el coliseo de la Ciudad Deportiva.
La selección campeona olímpica de Londres 2012, conducida en esta ocasión por Andrey Voronkov, acumula cinco triunfos, un fracaso y 13 puntos en lo que va de certamen, gracias a barridas sobre Irán y Serbia, y a una división de honores ante los italianos el pasado fin de semana.
Ese rendimiento fue logrado, curiosamente, con su segundo grupo de jugadores, pues aún no han empleado a varias de sus principales estrellas como el cruzado Maxim Mikhaylov, los auxiliares Taras Khtey y Yuri Berezhko, los pasadores Aleksandr Butko y Sergei Antipkin, y el central Aleksandr Volkov. Otro estelar prácticamente ausente es el gigante Dmitriy Muserskiy, quien apenas intervino en el match inicial ante Irán.
Las razones de ello las ofreció a su llegada a La Habana el mánager del equipo ruso Igor Artamonov: “Vienen en el grupo tres de los campeones olímpicos de Londres 2012: el central Nikolay Apalikov, el pasador Sergei Grankin y el auxiliar Dmitriy Ilinykh. Los otros no están porque se recuperan de lesiones, alguno incluso está pendiente de una operación, y el resto no están en su mejor forma deportiva en este momento”.
De tal forma, las piezas claves de Voronkov volverán a ser el opuesto Nikolay Pavlov, uno de los máximos anotadores de la Liga (110 puntos) y dueño de un potente servicio con el cual ha conseguido ya 10 aces; el auxiliar Alexey Spiridonov, su mejor atacador (52,63 %); el central Andrey Ashchev, autor de 22 bloqueos; y el líbero Alexey Verbov, un receptor de aceptables guarismos y destaque en la defensa de campo, al exhibir cerca de 50 acciones positivas.
“Aspiramos a clasificar, después veremos qué pasa en la final de Mar del Plata”, sostuvo Artamonov.
LA PENÚLTIMA APUESTA DE SAMUELS
El DT cubano Orlando Samuels no tenía muchas opciones de cambio en su nómina, pero “algo siempre puede hacerse” como decimos en buen cubano.
Su variación respecto a la fatídica gira por Italia y Alemania excluye al opuesto Dariel Albo, en cuyo lugar volverá a figurar el auxiliar Javier Jiménez. La decisión obedece al pobre rendimiento del atacador cruzado en los minutos de juego que recibió ante Italia, y a la necesidad de fortalecer la recepción frente a un rival que ataca con el saque.
Para el elenco nacional la serie ante los rusos resultará sumamente difícil, más allá de la calidad de los oponentes, debido a las flaquezas en casi todo su accionar.
La recepción no ha sido positiva en términos generales y ahora se medirá a un servicio de gran rigor. El acomodo ha hecho aguas durante toda lid y en esta ocasión está exigida de mayor creatividad, dada la altura y calidad de los bloqueadores rivales. El ataque ha fallado mucho más de lo habitual y ahora encontrará paredes enormes delante. La defensa de campo ha sido escasa, los contragolpes casi siempre fallidos y el servicio apenas efectivo por momentos.
Rusia es un plantel que regala muy poco y sus flaquezas se ubican desde hace varios años en la recepción y la defensa, lo cual afecta luego el acomodo. Siendo así, las únicas opciones de triunfo para Cuba están en castigar a la línea receptora de los europeos, para que su nivel de ataque disminuya.
Sobre la formación titular de Cuba para esta serie hay nuevamente algunas dudas, sobre todo en cuanto al pasador y uno de los centrales. Inamovibles deben ser el líbero Keibel Gutiérrez, los auxiliares Rolando Cepeda y Lázaro Fundora, el opuesto Yordan Bisset y el central Isbel Mesa.
De acuerdo con el cierre ante Alemania podrían recibir la regularidad el levantador Leandro Macías y el principal David Fiel, quienes ya recibieron esa responsabilidad en otras oportunidades y no respondieron a la altura de lo esperado.
TOCANDO FONDO
La selección cubana es la única del certamen incapaz de conseguir un punto en lo que va de Liga, y las perspectivas de que ello ocurra esta semana son remotas.
Tampoco, por supuesto, ha podido imponerse y comparte esa mala fortuna con el campeón vigente del evento, Polonia, quien acabó superado por Brasil y Francia en las semanas anteriores. Los polacos, no obstante, poseen tres puntos por haber llegado en igual cantidad de ocasiones al tie break.
Con sumo pesar debo predecir que esta semana encajaremos nuestras derrotas siete y ocho al hilo, y que asistiremos a la serie conclusiva ante Irán sin unidad positiva a nuestro favor.
Lo peor, vale aclararlo, es que el tope ante los iraníes ya no pinta del todo para los nuestros, luego de que los alumnos de Julio Velazco demostraran su buen momento con triunfo en cinco sets sobre el potente Serbia.
Así van las cosas para nuestro voli masculino, ubicado como nunca antes en un sótano del que parece difícil salir.
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