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viernes, 15 de noviembre de 2024

Pinar cae, crecen las dudas

El equipo que representa a Cuba en la Serie del Caribe fue derrotado 1-2 por el club Tomateros de Culiacán, México...

Julio Batista Rodríguez en Exclusivo 03/02/2015
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A pesar de contar con una plantilla envidiable y una poderosa alineación, el equipo que representa a Cuba en la Serie del Caribe fue derrotado 1-2 por el club Tomateros de Culiacán (México), en su primera salida en el estadio boricua Hiram Bithorn, de San Juan.

Si se quisieran hallar responsables directos del revés, podríamos señalar la mala elección de tiro de Freddy Asiel Álvarez en el sexto episodio, el error garrafal del árbitro de la inicial, incluso, cuestionar la efímera actuación de Jonder Martínez en el montículo. Pero seamos claros, este reforzado Pinar del Río perdió por una sola razón: con escasos seis indiscutibles y dejando hombres en base es imposible aspirar a una victoria.

Y sí, los mexicanos batearon menos, de hecho, batearon apenas tres jits; mas supieron aprovechar al máximo cada oportunidad que tuvieron, al punto de anotar la primera carrera sin sacar la bola del cuadro.

Lo preocupante de todo es que los Tomateros parecían, a priori, una de las opciones más claras para este equipo Cuba, urgido de triunfos y el cual fue conformado para un único objetivo: vencer.

Sin embargo, una vez más los pequeños detalles técnicos pasan factura a los cubanos, detalles imperdonables para hombres que llevan toda una vida dentro de los diamantes del béisbol.

A la ofensiva en este primer choque, lo mejor de Cuba fue el estelar Frederich Cepeda, quien con conexión a los jardines remolcó a Yulieski Gurriel para anotar la única de los nuestros en el cuarto episodio. Los restantes cinco jits fueron a las cuentas de Georvis Duvergel, Yosvani Alarcón, Donald Duarte, William Saavedra y Luis Alberto Valdés (los tres últimos, únicos integrantes originales de Pinar en la Serie Nacional cubana).

Dos hombres que debían ser baluartes ofensivos para Cuba, como son Gurriel y Alfredo Despaigne, se fueron en blanco; este último puso el out 27 del encuentro ante el relevista Oscar Villarreal, quien le propinó un ponche donde el toletero cubano quedó mal parado.

El cerrador cubano Héctor Mendoza, contratado desde el pasado año con los Gigantes de Yomiuri en la liga japonesa, no precisó subir al box.

Finalmente, las estadísticas recogen como vencedor al relevista de los aztecas Terance Marín y salvado para Villarreal, en tanto Jonder Martínez cargó con el revés de los “pinareños”.

Para este martes en horas del mediodía los dirigidos por Alfonso Urquiola enfrentarán a los Gigantes de Cibao, elenco que representa a la República Dominicana y que este lunes estuvo de descanso. El mentor de los vueltabajeros ya anunció al camagüeyano Norge Luis Ruiz para abrir como lanzador este encuentro.

Dudas del primer día

Aunque no comparto tales ideas, entiendo perfectamente que nuestro béisbol precisa ganar; entiendo que la Serie del Caribe podría representar un símbolo, o al menos podrían intentar que pensásemos eso. Desde esa perspectiva podría, después de mucho esfuerzo, aprobar que se lleve a la gran base del equipo nacional a un certamen como este.

Lo que no consigo comprender es que, aún con un equipo Cuba, la Serie del Caribe nos siga quedando grande.

Hace apenas dos días un fanático sentenciaba este problema con la claridad meridiana de lo popular (parafraseo su repuesta): Ya el equipo está hecho, y es un grupo diseñado para ganar, porque no se espera otra cosa de un equipo Cuba que tome parte en un torneo de clubes campeones.

Estamos en medio de un toreo de categoría Triple A (siendo generosos), ¿y ni reuniendo a lo mejor de nuestra Serie Nacional podemos ganarlo? ¿Qué pasará si estos “Vegueros” no consiguen la cima del certamen? ¿Será acaso un medidor de la calidad real del béisbol que se juega en Cuba?


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Julio Batista Rodríguez


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