En medio del proceso de actualización del modelo económico, se fortalece el papel de la contabilidad como proveedora de información y garantía de control, afirmó Lidya Esther Rodríguez, presidenta de la Sociedad e Contabilidad y Costos.
Rodríguez inauguró este martes en La Habana el VIII Encuentro Internacional de Contabilidad, Auditoría y Finanzas, en el que participan más de 700 especialistas de 29 países y cuatro organizaciones internacionales.
La Premio Nacional de Economía 2003 destacó el énfasis que este año se ha puesto en el diseño de normas de contabilidad, “dada su importancia como herramienta para la toma de decisiones”, y señaló que ahora se trabaja en los sistemas para la planificación, registro y análisis de los costos de producción, gracias a una experiencia en el sector de la salud.
También puso en relieve la importancia de los sistemas de control interno para las empresas cubanas en pos de garantizarle una seguridad razonable, una exitosa gestión, además del cumplimiento de sus objetivos estratégicos.
Rodriguez destacó como “un paso importante”, el perfeccionamiento de la preparación contable y tributaria que ha desarrollado la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC) con quienes ejercen la teneduría de libros.
Sobre el contexto internacional, apuntó que Cuba sufren los efectos de la crisis por su alta dependencia del mercado exterior, en particular para la adquisición de alimentos y el poco incremento de las exportaciones, aspectos a los que se une el bloqueo que desde hace más de medio siglo nos impone Estados Unidos.
“Ese y otros factores de ineficiencia interna no han permitido la eficacia requerida para lograr el crecimiento que desea y necesita el país”, subrayó.
Explicó que economistas, contadores y auditores trabajan en la actualización de su modelo económico a corto, mediano y largo plazos para conducir a mejores resultados económicos y sociales en los próximos años.
En la jornada inaugural, la representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Bárbara Pesce-Monteiro, reiteró el respaldo al proceso de actualización del modelo económico que vive Cuba, que, dijo, permite estimular y activar las capacidades de los recursos endógenos y los actores involucrados en el desarrollo.
La funcionaria de la ONU señaló que ese proceso posibilita el fomento del cooperativismo y otras formas de gestión no estatal, las cuales determinan nuevas dinámicas de progreso en el ámbito local y nacional.
En ese sentido, señaló que la creación de dichas formas en el sector agrario y no agrario, generarán efectos productivos y de empleos necesarios para escalar en el desarrollo económico, aunque para el funcionamiento de esas estructuras abogó por promover incentivos económicos y modificar entornos normativos e institucionales.
“Es aquí donde el PNUD y la comunidad internacional en general, pueden aportar lecciones aprendidas, poner a favor del país contactos con redes regionales y experiencias exitosas y facilitar una oportuna y eficaz gestión del conocimiento”, aseveró Pesce-Monteiro.
Mencionó el fortalecimiento de más de 366 cooperativas y 13 mil usufructuarios con medios productivos y entrenamientos especializados, que habrán de cambiar la realidad productiva y social de muchos territorios y de miles de personas.
También destacó los aportes del programa de descentralización en apoyo a la Iniciativa Municipal de Desarrollo Local, proyectos que se benefician con fondos que superan los 28 millones de dólares.
Insistió en que el PNUD apoyará la descentralización de la gestión económica estatal, al trabajo por cuenta propia, los agricultores pequeños, los usufructuarios, los arrendatarios y otras modalidades que contribuyan a elevar la eficiencia de la economía cubana.
Este miércoles, el Encuentro Internacional de Contabilidad, Auditoría y Finanzas, sesionará en comisiones, las que discutirán, entre otros temas, sobre control interno y auditoría, administración pública, desarrollo local y cooperativismo.
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