Cuba profundizando los cambios

Agotadas prácticamente las transformaciones que tienen un impacto directo en la población, el año nuevo traerá más profundas modificaciones a la economía nacional como parte del proceso de actualización del modelo.

En la más reciente sesión de la Asamblea Nacional, Raúl y el vicepresidente Marino Murillo, quien encabeza la comisión encargada de la implementación de los Lineamientos, coincidieron en que “tras las medidas iniciales de supresión de prohibiciones y otras trabas para el desarrollo de las fuerzas productivas”, el país “se empieza a adentrar en cuestiones de mayor alcance, complejidad y profundidad”.

Durante los 365 días que tenemos por delante, proseguirá la conceptualización teórica del modelo económico cubano, algo imprescindible para comprender el alcance de las decisiones aprobadas por el VI Congreso del Partido, y también, por qué no, para dejar un legado de cara al futuro y a los países que puedan transitar nuestra senda.

También continuará la elaboración de la política y los conceptos de un Programa de Desarrollo a largo plazo que permita identificar las metas más lejanas, para después reflejarlas en los planes quinquenales y en los correspondientes a cada año.

Otros propósitos son la definición de las políticas de precios mayoristas y minoristas, el análisis de nuevos instrumentos para la política monetaria y la planificación financiera, y el avance en los estudios para la eliminación de la dualidad monetaria y cambiaria.

Igualmente, a partir del primer trimestre de 2013 comenzará la aplicación de un experimento en organizaciones empresariales estatales seleccionadas por su importancia en el desempeño de la economía nacional.

Ese ensayo constituirá una profundización del sistema de perfeccionamiento empresarial existente y permitirá aplicar técnicas modernas en la gestión de entidades productivas y de servicios con superior autonomía.

Por supuesto que el objetivo es elevar los resultados y la eficiencia de esas empresas seleccionadas para medir una experiencia que posteriormente puede extenderse al resto de las entidades productivas del país.

Llegará además la flexibilización de los actualmente restringidos objetos sociales de las empresas en aras de que hallen soluciones descentralizadas con el propósito de facilitar el máximo despliegue de las potencialidades sin descuidar sus principales misiones.

Otro objeto de estudio serán las cadenas productivas, esas que a veces fallan y cuando hay una sobreproducción de tomates, después no hay capacidad industrial para procesarla. Esos vínculos constituyen un método para elevar la competitividad de las empresas y generar proporciones más adecuadas en la estructura productiva de la economía.

En el año venidero habrá que observar cómo se comportan las 17 medidas aprobadas para suprimir las ataduras que han lastrado la gestión de las UBPC, así como la marcha de la consolidación del proceso de entrega en usufructo de tierras ociosas, el cual amplió hasta 67.10 hectáreas, o sea, 5 caballerías, el área entregada y permitió la construcción de viviendas y otras bienhechurías.

También la mirada estará puesta en la marcha del experimento con unas 230 cooperativas no agropecuarias que se crean en La Habana, Mayabeque y Artemisa para pasar a todo el país de forma gradual en un esfuerzo por incentivar la gestión colectiva en la producción de bienes y la prestación de servicios

Otro punto de atención será la aplicación del nuevo Sistema Tributario, que entra en vigor el 1ero. de enero, y que determina los tributos sobre la base de los principios de generalidad y equidad, de acuerdo con la capacidad económica de las instituciones y personas naturales obligadas a su cumplimiento.

Eso significa que nadie está exento de abonar los tributos establecidos y que la cuantía de éstos depende de los ingresos y el patrimonio que se posea.

La nueva política migratoria, muy esperada y aplaudida por la población, comenzará a aplicarse el próximo día 14 y será igualmente un foco de atención popular y gubernamental.

En lo puramente económico, el Producto Interno Bruto (PIB) debe aumentar un 3,7 %, una cifra cercana al promedio previsto para América Latina y el Caribe, aunque aún anda lejos de los seis puntos que los especialistas consideran necesarios para que se sienta el crecimiento en las cocinas de los cubanos.

No obstante, los servicios sociales mantendrán un nivel similar al del año que termina, pero el resto de la economía debe crecer en un 5,4 %, con un espectacular 20 % planificado para la zafra azucarera en marcha.

En términos financieros, la nación dispondrá de las divisas indispensables para ejecutar el plan anual, a pesar de que se estima un aumento de precios de los alimentos y la contracción de algunas exportaciones a partir de la contracción de la demanda externa.

Ese es grosso modo un panorama de lo que espera al país en el 2013, un año en el que se debe comenzar a dejar a un lado los métodos administrativos para usar herramientas económico-financieras en la conducción de la economía para profundizar los necesarios cambios.