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lunes, 25 de noviembre de 2024

Explosión de la criptoburbuja

En tan solo unos días el valor de las criptomonedas bajó miles de millones de dólares...

Sabrina González Hugues en Exclusivo 01/12/2022
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La industria cripto se está desarrollando sin controles, “con gobernanza inexistente, uso presuntamente fraudulento o cuando menos irregular de los activos de los clientes, contabilidades imaginativas y una estructura empresarial compleja y opaca. (https://es.cryptonews.com/)

Estamos adaptados a ver en el mundo audiovisual productos comunicativos donde trabajos periodísticos logran el desmantelamiento de carteles de narcotráfico o desenmascaran a jueces corruptos, pero ¿Puede una investigación influir en el estallido de una burbuja económica? La respuesta es sí y la evidencia la encontramos en la declaración en bancarrota, el pasado 11 de noviembre, de una de las mayores plataformas de compra y venta de criptomonedas, FTX.

 

Los días previos a la declaración de quiebra de FTX por su fundador y ex CEO, Sam Bankman Fried (SBF), estuvieron marcados por una salida masiva de fondos provocada por una serie de publicaciones desveladoras del líder en noticias sobre criptodivisas: CoinDesk.

El trabajo en cuestión fue divulgado el 2 de noviembre bajo el título: Las divisiones en el criptoimperio de Sam Bankman Fried se desdibujan en el balance general de su titán comercial Alameda. La investigación demostró -a través de la obtención de “un documento financiero privado”- que el propietario de FTX tenía otra empresa nombrada Alameda Research y más del 40% de los fondos de esta última estaban invertidos en Tokens -principal unidad de valor en el mundo cripto-. Estos Tokens provenían de la propia FTX.

¿Qué significa esto?

Según la investigación de CoinDesk la base sobre la que se cimenta Alameda constituye una moneda inventada por su empresa hermana con sede en Bahamas, FTX, y no un activo independiente como una moneda fiduciaria u otra criptomoneda. Elemento fluctuante e interdependiente: si una gana, la otra gana el doble; pero si cae una, caen ambas.

En tan solo unos días el valor de las criptomonedas bajó miles de millones de dólares, dinero que perdieron las personas que manejaban este tipo de equivalentes. El Bitcoin -principal criptomoneda- cayó más de un 6%, alcanzando el menor valor de los últimos dos años: 16 500 dólares. Ethereum -segunda divisa digital de mayor importancia- perdía un porcentaje similar, por debajo de los 1200 dólares.

Aprovechando tal coyuntura Changpeng Zhao, el fundador de Binance, otra de las bolsas de cripto más importante del mundo y la principal competidora de FTX, publicó un tuit el 6 de noviembre donde decía que sacaría cualquier FTT (token de la plataforma rival) de sus libros. Esto agravó la salida de fondos hasta provocar su imparable detención.

 

La in-decisión de Binance

La que constituye la mayor empresa en criptodivisas del mundo declaró la intención de comprar a su rival, FTX, ante la evidente falta de liquidez de esta última por la retirada, en menos de 72 horas, de los fondos invertidos en ella. Antes del reconocimiento de crisis por parte de SBF, Binance había firmado un acuerdo no vinculante para comprar la unidad no estadounidense de FTX, según un trabajo publicado por El País.

Zhao había explicado mediante una carta a su plantilla que no tenía ningún plan maestro para la compra de FTX, ni tampoco su caída consistía un hecho beneficiario para la industria cripto, según Financial Times. Sin embargo, su anuncio en Twitter de retirada de fondos de la plataforma de intercambio de criptomonedas provocó, convenientemente, el abaratamiento de FTX.

El acuerdo no llegó a materializarse porque, tras una revisión interna, el fundador de Binance tomó la decisión de no lanzarse al rescate. “Nuestra esperanza era poder ayudar a los clientes de FTX para proporcionarles liquidez, pero los problemas están más allá de nuestro control o capacidad para ayudar”; comunicó Binance, socializó el Wall Street Journal y luego fue tuiteado.

 

Efecto pesca de arrastre o bola de nieve

Además de la caída de las criptodivisas y la pérdida de confianza generada por este hecho, el cual resulta análogo al desplome, a principios del 2022, de Luna -otra divisa digital- y la stablecoin (moneda estable) a la que está ligada TerraUSD; el colapso de FTX arrastró consigo a bancarrota a BlockFi, empresa de comercialización de divisas digitales que se ha declarado en quiebra este lunes.

BlockFi, ubicada en New Jersey, se presentaba al mercado en 2017 bajo la descripción: empresa donde se encuentran servicios financieros tradicionales, pero usando criptomonedas. Esta compañía recibió, a principios de este año, el rescate económico de FTX ante el descenso del valor de las divisas virtuales.

Según la BBC el expediente judicial de BlockFi aseguró que la empresa debe dinero a más de 100 000 acreedores entre los que se encuentra FTX. La cantidad adeudada suma 275 millones de dólares por el préstamo realizado a inicios de año. Según el expediente aportado a los tribunales estadounidense la compañía aseguró que cuenta con 256,9 millones de dólares en efectivo para abordar el proceso de reconstrucción.

Con FTX caen también 130 filiares además de Alameda Research. Esta empresa y BlockFi amparadas en el capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos esperan sacar el mayor rendimiento posible a los activos de los que disponen y recuperarse poco a poco. El propio Bankman Fried, a pesar de tener una investigación abierta por la Comisión de Bolsa y Valores (SEC por sus siglas en inglés) para analizar con lupa su gestión, se muestró optimista en Twitter: “(…) Con suerte esto puede traerles cierta transparencia, confianza y gobernabilidad (…)”.

Ante tal panorama desfavorable para la esfera de las criptofinanzas -en continua lucha por reivindicarse dentro del aparato económico mundial- el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España (CNMV), Rodrigo Buenaventura, ha lanzado un mensaje desesperanzador para esta industria: “Las monedas digitales están vacías de contenido y son inútiles como activo de inversión”, tomado de El País.

¿Crisis sistémica o anarquía insolvente? Para la primera idea habría que esperar un desarrollo mayor, lo cual se encuentra estrechamente vinculado con la segunda idea: la industria cripto se está desarrollando sin controles, “con gobernanza inexistente, uso presuntamente fraudulento o cuando menos irregular de los activos de los clientes, contabilidades imaginativas y una estructura empresarial compleja y opaca. Todo esto permite ocultar evidentes conflictos de intereses”, según Buenaventura en el medio antes citado.


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Sabrina González Hugues

Estudiante de Periodismo


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