Más espacios y oportunidades para la inversión extranjera en el comercio interior

El reciente taller desarrollado en el Hotel Nacional de Cuba por el Ministerio de Comercio Interior (Mincin) y la Cámara de Comercio, bajo el título de Comercio mayorista, una oportunidad en el mercado cubano, se inscribe entre los esfuerzos del Estado por potenciar la inversión extranjera en este sector tan vinculado al día-día de la población.

Devino antesala de la III Convención de Comercio, prevista del 8 al 12 de julio venidero en el Palacio de Convenciones de La Habana y en el recinto ferial de Pabexpo, y que tendrá espacios científicos destinados al comercio sostenible y a la logística de almacenes, además de un foro empresarial y un encuentro internacional juvenil de emprendimientos.

Ante representantes de entidades comercializadoras e importadoras, productivas y de servicios, tanto estatales como del sector no estatal, de la Zona Especial de Desarrollo Mariel, de sucursales extranjeras, y empresas mixtas y  con capital extranjero radicadas en el país, se recordó que desde hace dos años se flexibilizó un grupo de normas, medidas y regulaciones en relación con la inversión extranjera.

La nueva política aprobada en 2022 concibe la comercialización minorista bajo la modalidad de empresas mixtas, y en el caso del comercio mayorista se autorizó la creación de empresas mixtas con capital ciento por ciento extranjero.

Están también los Contrato de Asociación de Fondo común o de Contrato de Asociación Económica Internacional (AEI) de Administración de servicios de un almacén, o una red de almacenes.

En estos dos años han sido constantes los intercambios con inversionistas de países tan diversos como Vietnam, Emiratos Árabes Unidos, Canadá, Rusia; España, Italia y la India. "En América del Sur también nos entrevistamos con empresarios de Argentina y Uruguay", declaró a medios locales Raúl Delgado Rodríguez, director Técnico y de Desarrollo del Grupo Comercializador de Productos Industriales y de Servicios.

En foros de negocios promovidos por el Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera junto a la Cámara de Comercio de la República de Cuba, la empresa ALBUS S.A, perteneciente a esa OSDE del Mincin, ha expuesto varios proyectos en busca de mercados de tejidos, distribución mayorista y minorista de bienes de línea económica, además de operaciones logísticas de alimentos secos y refrigerados, entre otros.

NEGOCIOS EN OPERACIONES, CONSTITUIDOS Y EN FASE DE CONCRECIÓN
Resultado de tales esfuerzos se montó una plataforma con venta electrónica, parecido a la modalidad de Katapulk y Supermarket23, con la ventaja de que todos los alimenticios y productos a comercializar están en el país y así evitar la importación de mercancías.

Y es el caso, por ejemplo, de Gran Ferretero S.A, primera empresa mixta aprobada y que entró en operaciones para la comercialización de artículos de ferretería, en su más amplio concepto, y de materiales de la construcción. "Esta entidad le permite a las mipymes adquirir recursos y productos para el desarrollo de sus emprendimientos”, precisó Delgado Rodríguez.

Según se conoció ahora en el Taller Comercio mayorista, una oportunidad en el mercado cubano, bajo la modalidad de Contrato de AEI está además en operaciones FAIBUS,  para la comercialización mayorista de productos alimenticios, de higiene personal y del hogar.

Negocios constituidos hay con Alma Caribe S.A. (comercialización de productos varios) y con Camacho Internacional S.L. (MLM), también en la modalidad de empresa mixta para la comercialización.

Hay seis proyectos en fase de negociación, y otros patrocinados por el Mincin.

A su vez están los bienes y servicios En Consignación (en la provincia de La Habana) y los Depósitos aduanales, con almacenes convencionales en la capital, en Cienfuegos y Camagüey; y cámaras frigoríficas en los territorios de La Habana, Matanzas, Villa Clara, Holguín y Granma.

Según el directivo del Grupo Comercializador de Productos Industriales y de Servicios “en cada una de las negociaciones hemos dejado claro el interés de Cuba de insertar en estos proyectos a la industria nacional, y para nada ha sido tema de conflicto. Todos los empresarios muestran su conformidad con ello y eso les permite abaratar costos en la transportación de las mercancías”, declaró Delgado Rodríguez.

Lo cierto es que las disposiciones jurídicas adoptadas hace dos años posibilitan el encadenamiento de los diferentes actores económicos con firmas extranjeras, una oportunidad más para que la economía cubana  se reactive y en el mercado nacional haya en un futuro una mayor presencia de bienes y servicios.

En sintonía con todo lo anterior, la venidera III Convención de Comercio tiene como objetivos el intercambio de experiencias, la actualización de conocimientos, la validación de buenas prácticas que hacen sostenible la actividad comercial; dar a conocer nuevos servicios y productos, y la apertura de nuevas oportunidades de negocios.

El Ministerio de Comercio Interior y la Cámara de Comercio han invitado a profesionales y empresarios nacionales y extranjeros, a entidades productoras y comercializadoras, a universidades y centros de estudios, y a gobiernos locales, a participar en ese evento de alcance internacional, que se desarrollará de manera híbrida, es decir, presencial y virtual.

La Convención será entonces otro espacio para el encadenamiento y la articulación productiva, que fortalezca la cadena de valor en el mercado nacional.

Los destinos de los negocios son los siguientes:
a) La venta de materias primas, insumos, equipamientos y otros bienes que contribuyan a impulsar el desarrollo de la producción nacional.
b) El suministro de productos alimenticios, de aseo, de línea económica e instalación de sistemas de generación de electricidad con fuentes de energía renovable.
c) Al comercio mayorista se le autoriza vender a las formas de gestión no estatal, ONG, embajadas y representaciones de empresas extranjeras y sucursales.