“Vivo en Cuba”: continuidad y desarrollo del jazz cubano

“Vivo en Cuba” es la más reciente concreción de los tantos proyectos que amasa el inquieto músico  César López. En ese empeño suyo de “convertir el veneno en medicina”, de aprovechar este impasse, sin  conciertos y giras,  impuestas por la Pandemia del COVID-19,  “para el acto de crear, de componer”, como me confesó en entrevista en enero  pasado, a propósito del Festival Jazz Plaza. Entre estos  proyectos que me compartió  está su nuevo disco: César López y Habana Ensemble en jazzband, en el que pudo contar con grades estrella del jazz  como Germán Velasco, Alfred Thompson, Reinaldo (Molote) Melián,  Ruy Adrián López-Nussa,  Yaroldy Abreu, Harold Madrigal y Rolando Valle (Maracas).

Algunos de ellos, también lo acompañan en esta nueva aventura, para conformar la banda de la “vieja guardia”: Feliciano Arango en el bajo, Reinaldo (Molote) Melián con la trompeta, Yaroldi Abreu con las congas, Horacio El Negro Hernández con la batería, Rolando Luna con el piano y Germán Velasco con el saxo.  A estos les corresponde interpretar la primera parte de “Vivo en Cuba”, hasta el tumbao con el piano, a partir del cual los más jóvenes  “toman la batuta”, en que los consagrados  les entregan sus instrumentos a los herederos: la flautista Yansa Samada, la Yoya en las congas, el pianista Miguel Ángel García (Wiwi), el trombonista Armando Soler, los saxofonistas Ernesto O´ Reilly y Yamil Schery, el trompetista Jesús Ricardo,  el bajista  Lino Dariel Piquero, el trombonista Armandito Soler y el baterista Rey Ponce.

El tema, es una nueva orquestación de un viejo tema de César Alejandro López, grabado en el 2014 con su agrupación Habana Ensemble. “Quería entregarlo en su plena actualidad, que a quienes lo oigan dentro y fuera de Cuba sepan, les llegue nuestro modo de sentir, de situarnos en el mundo, abiertos a este, pero con la raíz presente”-comentó en la Conferencia de Prensa donde fue estrenado,  el pasado 30 de abril, Día Internacional del Jazz  .

Fue grabado recientemente en los Estudios Abdala y constituye el  orgánico desarrollo de ese otro empeño de López,  el de promover a la nueva hornada de músicos cubanos. Para lo cual, creó en febrero pasado la página de Facebook Talentos cubanos. Una iniciativa acogida con mucho entusiasmo, compartió el músico, comenzó  a recibir muchos videos, de  jóvenes y otros no tan jóvenes, de diferentes lugares del país, con una obra que merecía ser escuchada. Al final, constató  y hasta  superó sus propias expectativas.

De esa emoción,  y orgullo patrio,  surgió la idea de “Vivo en Cuba”, una propuesta musical “construida a muchas manos y talentos”. Por eso la parte cantada dice: Del Cabo de San Antonio hasta la Punta de Maisí / como te quiero, mi tierra, / Cuba, yo lato por ti. Daba a conocer la vitalidad de nuestra música a la  vez que promovía este talento joven y desconocido, formado  como él en nuestro sistema de escuelas de artes.

“La enseñanza artística  extendida a lo largo y ancho del país, permite formar muchachos de tremendas cualidades, muchos de ellos interesados en cultivar las formas y estilos de la música popular, entiéndase la de baile, la canción o ese jazz que es nuestro. Existen festivales y concursos como el Jojazz, pero no es suficiente, no llegan todos. Talentos cubanos intenta aportar un nuevo espacio de conocimiento, estímulo y jerarquización. Nos hemos encontrado con muy buenas sorpresas”-comentó el Maestro.

A la vez –añadió- deseaba exponer cómo, desde la experiencia de Talentos cubanos, era posible y necesario el enlace entre los músicos consagrados y los que vienen pisándonos los talones. Continuidad y desarrollo, ni más ni menos. Ellos no tienen por qué ser como nosotros, no queremos que nos imiten, pero sí que todos sepan, ellos y nosotros, que la aprendemos, nos entendemos y nos comunicamos unos y otros. Basta escuchar los mambos en el desarrollo para advertir el empaste estilístico”.

El producto final, el audiovisual con que se presenta el proyecto, “le debe mucho a la sensibilidad y valía de Hazeem Velázquez”, ha destacado  César López. El joven realizador, por su parte  ha expresado la “mucha química a la hora de crear” que tiene con el músico; “logramos un equilibrio: él, por su parte musical, y yo lo apoyo con la visualidad”.  Sobre el encargo confesó a Cubadebate:   

“César me presentó el tema y me cautivó inmediatamente. Como canción, la sentía como un himno. Y al hablarme de su proyecto, donde le da espacio a jóvenes que tocan como genios, pero no han tenido oportunidad de mostrar sus talentos públicamente, entonces retomé esta idea de hace alrededor de un año y medio, de filmar en las instalaciones del Capitolio. Esa grabación la había reservado para una ocasión especial y, en cuanto César me presentó el tema, todo hizo conexión, la musa bajó... todo fluyó. Sentí que esa era la canción para aquel proyecto”.

Hazeem Velázquez y César López habían colaborado  para el  videoclip de "La Ventana del Alma”, bello tema interpretado por el propio músico  y  Luna Manzanares. Me refiero a aquel hermoso  audiovisual  basado en la historia de amor de Gerardo y Adriana, que en su momento valoramos  en Candil del clip.  Entonces, compartimos la confirmación de lo que anotamos antes, “hay un Velázquez listo para otras metáforas visuales”.

Lo que se constata en el video de “Vivo en Cuba”. El nacido en La Habana en 1995  e hijo del fotorreportero del periódico Granma Ahmed Velázquez, nos regala un  videoclip fresco y armonizo  con la música que recrea.  Lo  construye articulando dos líneas  o motivos, que fluyen horizontalmente  y dialogan entre sí.  Uno que capta las interpretaciones de los músicos  (y de la pareja de baile), y el otro que retrata al  Capitolio, en su monumentalidad   y en sus detalles; en un contrapunteos de planos abiertos y cerrados. Se percibe la entrega de los participantes y la buena vibra que primó en  su grabación.

Con “Vivo en Cuba”,  el talentoso compositor, orquestador y saxofonista, corresponde  a lo que con él mismo hicieron los  maestros Bobby Carcassés  y Chucho Valdés. Ellos, teniendo César tan solo 16 y 19 años, le brindaron la oportunidad de incorporarse a las bandas  Afrojazz e Irakere, respectivamente.

Continuidad y ruptura, atrevimiento y respeto por las tradiciones, agradecimiento por los mayores y confianza en los que vienen, son mensajes que laten en “Vivo en Cuba”; con desbordada cubanía. “Para que Cuba y el  mundo vean que esto es un país tremendo, que la música  aquí sigue viva, que la música cubana sigue con la misma fuerza, con el mismo sabor de siempre”- al decir del propio  César López.