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lunes, 3 de noviembre de 2025

Tratamiento y diagnóstico del llamado síndrome de fatiga crónica

Si bien los orígenes exactos del síndrome de fatiga crónica no están totalmente definidos, se considera que una mezcla de componentes hereditarios, alteraciones del sistema inmunológico, contaminaciones virales y estrés pudieran ayudar a su presentación...

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 03/11/2025
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Fatiga crónica
Fatiga crónica

El llamado síndrome de fatiga crónica (SFC) es una perturbación debilitante y compleja principalmente caracterizada por una fatiga persistente e intensa que no corrige con el reposo y que de manera significativa restringe las diligencias de todos los días. Esta fatiga acostumbra persistir por más de seis meses y no es posible explicar por otras situaciones médicas. Conjuntamente con la fatiga, los individuos con SFC pudieran notar otras sintomatologías como es el dolor articular y el muscular, dificultades con la concentración y con la memoria (en ocasiones llamada "niebla mental"), trastornos del sueño, dolores de cabeza y molestia general posteriormente de efectuar acciones mentales o físicas.

Si bien los orígenes exactos del síndrome de fatiga crónica no están totalmente definidos, se considera que una mezcla de componentes hereditarios, alteraciones del sistema inmunológico, contaminaciones virales y estrés pudieran ayudar a su presentación. Es complicado el diagnóstico pues no existe una análisis específico y se sustenta en la eliminación de otros padecimientos con sintomatologías relacionadas. En los momentos presentes, la conducta se dirige en apaciguar la sintomatología por medio de la conducción del estrés, terapia con ejercicios físicos, soporte psíquico y arreglos en el estilo de la vida con la finalidad de mejorar la índole de la existencia del enfermo.

Tratamiento y diagnóstico del llamado síndrome de fatiga crónica

El diagnóstico del síndrome de fatiga crónica (SFC) es fundamentalmente médico y se encuentra fundado en la exclusión de otros males que pudiesen ocasionar síntomas similares. No hay un análisis o prueba específica o marcador biológico que corrobore el SFC, por lo que los clínicos deben ejecutar una detallada evaluación del historial médico del enfermo, su sintomatología y hacer reconocimientos físicos y análisis de laboratorio con el fin de descartarse situaciones como padecimientos infecciosos, perturbaciones endocrinas, así como complicaciones psiquiátricos o neurológicos. Los procedimientos para el diagnóstico acostumbran implicar una persistente fatiga de más de seis meses de duración, que no se calma con el reposo y que restringe las acciones diarias, seguida de otra sintomatología característica como dolor muscular, problemas cognitivos, malestar después de un esfuerzo y trastornos del sueño.

Cuando ya esté demostrado el diagnóstico, la medicación del síndrome de fatiga crónica se centraliza en aplacar la sintomatología y optimizar la calidad de la vida, pues en la actualidad no hay una remedio decisivo. El encuentro es individualizado y multidisciplinario, amoldándose a la severidad y las necesidades de cada enfermo. Entre las más comunes estrategias se encuentran el ejercicio físico de baja intensidad, que puede mejorar la resistencia y reducir la fatiga si se realiza de manera gradual y controlada y la terapia cognitivo-conductual, que ayuda a manejar el impacto emocional y psicológico de la enfermedad.

También, el tratamiento de manifestaciones específicas como los problemas del sueño, el dolor o la depresión es fundamental. Se pudieran emplear medicinas para calmar el dolor articular o muscular, así como procedimientos para optimizar las características del sueño, como variaciones en la higiene del sueño o en determinados pacientes, medicamentos específicos. El cuidado psicológica igualmente es fundamental para auxiliar a los enfermos frente a la depresión o la ansiedad que pudieran asociare a esta situación crónica.

Es fundamental que el enfermos obtenga un apoyo médico constante y un seguimiento continuo con el fin de adecuar el procedimiento en base al curso de sus manifestaciones. Conjuntamente, la instrucción sobre el autocuidado del padecimiento, así como la planificación de actividades y el manejo del estrés con el fin de impedir el esfuerzo excesivo, son importantes herramientas con el propósito de auxiliar a los enfermos a hallarse mejor con el síndrome de fatiga crónica. Un enfoque comprensivo e integral pudiera establecer un significativo contraste en la funcionalidad y el bienestar diario de aquellos que sufren este padecimiento.


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Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.


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