Constance, una mujer de los años ’20 se casa con miembro de la pequeña nobleza. Su esposo, Sir Clifford Chatterley, queda lisiado en la primera guerra mundial y juntos se mudan a una mansión aristócrata en el campo inglés. La casa se convierte en lugar de encuentro de intelectuales de la época, espacio para el diálogo y las intrigas amorosas.
Esta sería una versión sencilla del argumento de la novela “El Amante de Lady Chatterley “del escritor inglés David Herbert Lawrence (D.H Lawrence). Fue de las más polémicas del pasado siglo. Estuvo prohibida durante décadas en el Reino Unido. ¿Por qué? Por su erotismo, inusual para la época, y su crítica al puritanismo.
Si se quiere comprender el siglo XX con sus paradojas, esta novela es recomendable. Aunque el título pueda sugerirlo, no es de esos libros de la literatura rosa, a lo él y ella, tacones de infarto ¿a quién se la habrá ocurrido esa frase? y misteriosos Mr. Gray.
Al contrario, nos invita a reflexionar. Funciona como un espejo de las contracciones de su tiempo, por una parte la lucha de clases y por otra parte, la búsqueda de la mujer de un lugar otro en la sociedad, más apegado a lo intelectual y al trabajo fuera de la casa.
Constance representa a las mujeres de clase alta de los años ’20: con un buen acceso a la cultura y al conocimiento y con ansias de liberación. Sus padres eran artistitas y de ideología socialista, por lo que su educación le permitió desarrollar un pensamiento crítico.
Se ve anclada a la vida de su marido, quien invitaba a intelectuales a veladas en su mansión. Así aparecen Tommy Dukes, general de brigada, Charlie May, científico, y Hammond, escritor. Junto a otros personajes, llevaran al diálogo diversos temas como el amor, la política, el sexo, las relaciones de pareja, la sociedad, el deseo de éxito, dinero, conocimiento, clases sociales, entre otros.
He aquí uno de los diálogos sobre el dinero y los intelectuales: “Es muy cierto que no se puede vivir sin pasta —dijo May—. Hay que tener una cierta cantidad para poder vivir y salir adelante… Incluso para tener la libertad de pensar hay que tener una cierta cantidad de dinero, o el estómago te lo impedirá”.
Estos hombres tienen una relación muy interesante, todo se lo dicen en cara. Así lo defienden: “—Querido Clifford, fíjate en cómo hablamos nosotros mismos los unos de los otros, todos nosotros. Yo soy peor que cualquiera. Porque prefiero absolutamente la malevolencia espontánea a los piropos repensados.”
En medio de este ambiente, Lady Constance, cansada de su frustación, comienza entonces una aventura con alguien alejado de su clase social, el guardabosques de la finca, Oliver Mellors. ¿En qué terminará?
La obra muestra a una aristocracia decadente, una burguesía en ascenso y una clase obrera con menos suerte, pero libre de puritanismos.
Descargue la Parte 1 aquí (864 KB) y la Parte 2 aquí (571 KB)
Norge Acosta
15/7/19 12:38
Por favor, uds pudiese valorar la posibilidad de publicar libros de la Crisis de Octubre, estoy trabajando en un proyecto de libro y necesito bibliografía para consultar, saludos
JD
24/6/19 21:41
Muchas gracias por la propuesta, Laydis. Aunque no siempre comente (es lo mejor cuando no hay nada que decir) siempre leo el blog y tomo nota de tus sugerencias. Continua así, un saludo
Laydis Milanés
25/6/19 10:49
Gracias por seguir el blog JD. Estimo mucho sus comentarios. Saludos!
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