Un prisionero de la legendaria Bastilla resalta por sobre sus desgraciados acompañantes de presidio por el curioso hecho de llevar siempre consigo un artefacto de metal que le cubría y el rostro, impidiendo desvelar su verdadera identidad, escenario perfecto para cernir sobre él todo tipo de historias, cuentos y teorías que no te las diré ahora, pero sí te invito a que las escuches en nuestro 4to capítulo de Literatura con Arte.
Hasta la semana que viene...
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