“Érase una vez un individuo, de nombre Harry, llamado el lobo estepario. Andaba en dos pies, llevaba vestidos y era un hombre, pero en el fondo era, en verdad, un lobo estepario. Había aprendido mucho de lo que las personas con buen entendimiento pueden aprender, y era un hombre bastante inteligente. Pero lo que no había aprendido era una cosa: a estar satisfecho de sí mismo y de su vida (...)”
Esto lee sobre sí mismo, Harry Haller, el personaje principal del “El lobo estepario” en un tratado que llega a sus manos misteriosamente.
Haller es un intelectual que admira a Mozart y a Goethe, y aspira la eternidad de los genios. Pero, como muestra el libro, algo le impide la proliferación de su talento y encontrar la felicidad, las mitades que dividen su espíritu, reflejadas metafóricamente como el lobo y el hombre.
Ambas partes conviven en permanente conflicto. El humano valora la sociedad, el arte, el conocimiento; el lobo quiere la libertad, el camino de las pasiones, de lo salvaje.
Una profunda crisis espiritual, reflejo de la que vivió en su momento el autor del libro, Hermann Hesse, atormenta a Haller.
Apartado de sus conocidos, el personaje vive en un ambiente de soledad y melancolía.
Había alcanzado retirarse de la vida cómoda del burgués, que tanto odiaba, sin embargo, se ahogaba en la letanía y en su autoaislamiento. Rechazaba la vida sin placer ni dolor, la cotidianidad sin gracia.
En ese momento de angustia, de camino por una calle oscura en medio de la noche, encuentra un cartel: “Teatro mágico. Entrada no para cualquiera. Solo para locos”. Posteriormente lo llevaría a un teatro surrealista, donde encuentra, a ritmo de jazz, personajes que representan lo contrario a su personalidad huraña.
Es entonces cuando conoce a Amanda y comienza la magia la historia, que mientras avanza se hace más fantástica y metafórica.
El libro nos habla del lugar del hombre en la sociedad, el descubrimiento de uno mismo y las luchas internas que debe enfrentar cada uno; de la importancia de realizar ese viaje espiritual que nos llevará a conocernos mejor, una tarea compleja que nos llevará a enfrentar nuestros miedos, traumas y a luchar por lo que realmente queremos.
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zz
11/3/19 10:52
Para mí, prefiero Tres Momentos, tres historias que se entrelazan exquisitamente entre sí
JD
11/3/19 9:08
Me encanta Herman Hesse. Este libro lo lei hace años, igual que "Demian". Hace poco lei "Siddharta", muy bueno igual, aunque a mi juicio su mejor novela es "El juego de abalorios".
Laydis Milanés
11/3/19 14:46
Hola, J.D. Gracias por su comentario. Hesse es también uno de mis escritores favoritos. También me leí Siddharta y me encantó. Leerme "El juego de abalorios" está todavía en mi lista de cosas por hacer. Saludos!
Laydis Milanés
11/3/19 14:49
Hola, ZZ. Gracias por comentar. Lamentablemente no tengo el libro y en digital solo lo he visto en Amazon. Saludos!
ZZ
11/3/19 7:50
Quisiera preguntarte Laydis si tienes a mano el Diario Erotico de Robinson Crusoe, de Alexis Días Pimienta, pues acá a Bayamo no llegó con la Feria del Libro, o al menos ninguno de los conocidos lo vió
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