Carlos y César nacieron un mismo día del año 92, en La Habana. Separadas brevemente sus vidas en algún punto del camino, uno agarró un técnico medio en Contabilidad después de un intento –fallido entre comillas- de entrar a San Alejandro, mientras el otro cursó el pre. A uno le tocó un servicio militar bastante duro. Al otro –suerte para él-, no.
Entre tímidos y desenvueltos, curiosos y más bien callados, pero mostrando a los pocos minutos que es cierto eso de que los jimaguas son igualitos, pero no tanto. Hay uno que habla más, es más abierto, toma la batuta como quien dice, mientras el otro interviene cuando así lo decide, o cuando se le pregunta más directamente. Hoy, a sus 22 años, algo más que el idéntico rostro y la misma familia los une: la fotografía.
¿Y cómo empezaron con esto? César: “Yo llevo tres años, él lleva dos. Mi mamá es licenciada en Historia del Arte, entonces siempre hemos estado cerca de la plástica. Mi padrasto es fotógrafo, y verlo llegar con la cámara, imprimir fotos y demás, fue algo que me fue despertando la curiosidad. Al terminar el servicio yo no sabía muy bien qué hacer, hasta que me enteré de la Escuelade Fotografía Creativa de la Habana, y me dije, esto es lo que quiero hacer.”
“Ahora ha cambiado un poco, pero igual yo le estoy muy agradecido a la escuela, le agradezco casi todo lo que soy ahora.” Carlos: “Nosotros matriculamos en los años dorados de esa escuela, fue un buen momento en que se estaban graduando muchos alumnos.” César: “Había gente haciendo cosas muy buenas, había mucha armonía, mucha química entre alumnos y profesores y eso ayuda a la hora de crear.”
César: “La escuela nos abrió muchas puertas, no solo dando información de concursos, premios y esas cosas, sino que movió exposiciones hacia algunas galerías. Nosotros hemos podido participar en unas veinticinco. Participar en este tipo de muestras es algo que te estimula cuando empiezas. Darte a conocer en el medio es importante.”
¿Creen ustedes que es necesario, para todo aquel que quiera dedicarse en serio a la fotografía, pasar algún curso? Carlos: “Existe el talento”. César: “Yo pienso que sí, hay quien tiene eso, pero es muy necesario, sobre todo por las cosas técnicas. Aunque no lo parezca, la fotografía es muy amplia, en el sentido de que hay que saber manejo de cámara, semiótica, composición. Un montón de cosas que hacen falta y que una escuela te puede dar.”
¿Y cómo manejan ustedes los temas? César: “Tenemos una parte en la que convergemos los dos, que es la abstracción en la fotografía, pero también nos gusta la fotografía documental. A mí, por ejemplo, me gusta el retrato” Carlos: “Yo siento que todavía estoy en una búsqueda, aunque tengo mucha influencia de mi hermano, que empezó un año antes.” César: “Tenemos cosas juntos y cosas por separado.”
¿Las expos? César: “Yo tuve una personal en la Fototecade Cuba, un premio en la Bienal Nacional de Fotografía, en el ISA, en FANCA, cosas que me dieron mucho impulso.” Carlos: “Yo fui invitado a México por una escuela de fotografía, pude hacer una expo bipersonal y me fue muy bien. La crítica fue muy buena.” César: “Todo eso nos ha ido reafirmando nuestro camino”.
César: “A mí la fotografía me ha cambiado la forma de ver la vida. Yo no soy la misma persona que aquel muchacho que cogió una cámara por primera vez. Ahora mismo estoy aquí y muchas cosas me sugieren posibles fotos, además de que siento la necesidad de hacerlas.”
¿Y entonces si les pidiera una palabra para ese mostrar la realidad común y de cada uno, a su manera? Carlos: “Homenajear”. César: “Reconocer. Yo creo que toda persona siempre se está buscando. El trabajo que más hago es conceptualizar objetos de la vida cotidiana con un fin plástico, y es como ver un poco más allá de algo que está al alcance. Esa abstracción me parece todo un reto.”
¿Creen que se está haciendo buena fotografía en Cuba hoy? César: “Muchísima”. Carlos: “Para mí, sí, hay muy buenos fotógrafos. Y hay mucho también del trabajo que no se ve, porque al final la promoción va para los mismos de siempre. Pero hay muchos autodidactas, gente que no pasa escuela, pero tiene mucho talento.”
César: “Sí, y hay algunas trabas que me parecen que no deberían estar. No somos ni de San Alejandro ni del Isa, no tenemos carnet. ¿Por qué necesitas un carnet para decir que eres artista? Hay gente, incluso, cuyo trabajo es reconocido y no puede exponer o vender porque no tiene carnet del Registro del Creador. Es el tipo de cosas que me parece que frenan mucho, imagínate que no puedas vivir de lo que te gusta hacer.”
¿Cuándo, dónde, de qué va la próxima exposición? César: “Se llama “CC Con Ver Gen”, y se inaugura sobre la pared negra de la FAC el próximo 6 de agosto, a las 4 pm. La entrada es libre y durará más de veinte días. La serie está compuesta por cinco dípticos desde la mirada de cada uno”. Carlos: “El punto es dialogar con una composición radial, espiral. Todo es fotografía abstracta.”
Y ahora pertenecen al Proyecto cubano de fotografía Quinqué. César: “Sí. Nosotros conocíamos el proyecto desde que estábamos en la escuela.” Carlos: “Solo habíamos conseguido participar en la sección de invitados, pero hace algunos meses nos interesamos y ahora ya formamos parte del proyecto.”
César: “Esa es otra manera de hacerse visible y de estar activo, pues como mismo existe ese reducido espacio que no deja ver el trabajo de muchos, existe Quinqué, que trabaja no solo para visibilizarnos a nosotros, sino para darles participación a los demás, para que lo que hacen los otros también sea reconocido.”
Georgesanz
31/3/19 20:55
Que bueno conocer su historia, soy también uno de esos casos que por no tener formación profesional ni carnet me he visto impedido de hacer visible mi obra. Gracias por compartir en este espacio su historia y espacios de divulgación. Saludos
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