A eso apuesta Naturaleza Secreta: a muchos empeños difíciles que contribuyan a establecer nuevas relaciones, basadas en el conocimiento de nuestros compatriotas sobre la diversidad biológica y el ambiente que la sustenta, que es en definitiva nuestro ambiente.
Uno de nuestros empeños, en sintonía con el Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático (TAREAVIDA) es el contribuir a cambiar la manera de relacionarnos con la zona costera y en particular con los Manglares.
Si hace algunas décadas, apenas, se les veía como lugares a reclamar para "mejorar" y dedicar a diferentes usos, hoy sabemos que son uno de los más importantes ecosistemas, sobre todo para los territorios insulares, tanto más para un país-archipiélago como el nuestro y que su mejor uso se lo asignó la propia naturaleza: asegurar la estabilidad de los litorales bajos y como tareas complementarias ser grandes productores primarios y sustentar la enorme diversidad biológica que a ellos se asocia y, como si fuera poco, escenificar bellísimos paisajes, que tributan a nuestra principal industria, la turística.
Acá les mostramos algunas de las bellezas escénicas generadas por nuestros manglares
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