Convocado en 2005 por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, el Foro para la Gobernanza de Internet (IGF) deviene cada año espacio para el diálogo entre múltiples partes interesadas sobre cuestiones de políticas pertenecientes a la Red de Redes.
En su oncena edición, que se celebra entre los días 6 y 9 de diciembre de 2016, en el Palacio de la Cultura y la Comunicación (PALCCO), Zapopan, Jalisco, México, el cónclave vuelve para acentuar el entendimiento entre las partes a la hora de maximizar las oportunidades de Internet, a la vez que llama la atención sobre los riesgos y retos que ello implica.
Consciente de que la participación tanto de países desarrollados como en desarrollo es necesaria para el evolución de Internet, el IGF es oportunidad, además, para que confluyan los discursos de una parte y de otra en los debates sobre el tema.
Cuba tradicionalmente ha participado en estos eventos. Este año llega con una nutrida delegación conformada por representantes de distintos ministerios del país, del sector empresarial cubano, de universidades cubanas y de la Unión de Informáticos de Cuba (UIC), una de las organizaciones más jóvenes dentro de la sociedad civil cubana que agrupa a los profesionales del sector.
En este 2016, cuatro interesantes propuestas desde la experiencia cubana, resumen la participación de la nación caribeña en la cita. Destacan así el trabajo de la Universidad de las Ciencias Informáticas (UCI) sobre el quehacer de la mujer dentro del proceso de informatización de la sociedad cubana, la propuesta del Ministerio de Educación (MINED) relativa a las experiencias del uso colaborativo de Internet en la docencia, así como las experiencia desde el Ministerio de Salud Pública acerca del uso de la Word Wide Web en la colaboración médica de Cuba en el exterior y el trabajo de la UIC que recrea el acceso a la tecnología y cómo hacerlas sostenibles dentro de la dinámica de la Cuba contemporánea.
Paralelamente a lo que sucede en Guadalajara, tuvo lugar, en la jornada correspondiente al miércoles, una sala remota desde el Palacio Central de Computación, en La Habana, que como en otras ciudades del mundo permitió a los participantes en el foro central tener una visión de que ocurre con la tecnología, la formación de capital humano y la creación de capacidades para el desarrollo de los temas de Internet y TIC desde múltiples experiencias.
Este espacio, desde la capital cubana, nos permitió conversar con Ernesto Rodríguez, Director General de Informática del Ministerio de Comunicaciones (MINCOM), institución rectora de estos temas en el país.
En el diálogo, donde intervinieron otros medios de prensa, Ernesto Rodríguez señaló que hoy en Cuba las cuestiones relacionadas con el tema de Gobernanza de Internet no pueden desentenderse de otros debates relacionados con la creación de capacidades y la formación de capital humano, no solo asociadas al sistema educacional, sino entendidas desde la implementación de otras experiencias, como lo son los Joven Club de Computación quienes ya suman alrededor de 4 millones de graduados; o como lo es la vinculación directa de profesionales cubanos a la producción de contenidos puramente tecnológicos en la UCI.
Así destaca también la experiencia de SOFTEL, agregó el funcionario. Una empresa que ofrece soluciones informáticas de avanzada, en el área de los Sistemas de Salud, recientemente ganadora en la categoría e-salud de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, en mayo de 2016, la cual constituyó un reconocimiento al país por segunda ocasión consecutiva luego que el Portal de la Cultura cubana, destinado a la promoción y difusión del Arte y la Cultura de la nación, CUBARTE, fuera galardonada con anterioridad en este mismo espacio.
Durante la conversación, Rodríguez puntualizó, además, que Cuba puede exponer su experiencia en cuanto al uso social que se le está dando a la tecnología, en su condición de país subdesarrollado que prioriza los sectores sociales claves, educación, salud, cultura, como una forma de tributar al desarrollo económico del país. Ante las cifras alarmantes que sobre este tema expone el mundo –entendemos de que solo 15% de la población de África tiene acceso a Internet- la experiencia cubana podría resultar una manera apreciables de asumir la brecha.
Por otra parte, la estrategia de país –agrega Rodríguez- que se lleva cabo reconoce que no se puede pensar el desarrollo de la tecnología y de Internet únicamente cohesionado a las cuestiones de infraestructura, conectividad y acceso. Es importante también en este sentido las miradas hacia la preservación de los valores culturales y de la identidad nacional. Así destacan los esfuerzos realizados desde diferentes sectores para poner a disposición de los internautas cubanos y del mundo contenidos digitales afines a dichos propósitos, como es el caso de enciclopedias, videojuegos, etc.
Obviamente que este tema no está exento de grandes retos, no solo desde Cuba, sino a nivel internacional. Todavía constituye un desafío para el mundo conducir el desarrollo de Internet bajos los principios de ciberseguridad, que defiende el uso del espacio con fines de desarrollo y no orientado con fines nocivos, subversivos, incluso delictivos; algo que penosamente prolifera en el mundo actual.
El uso del espacio con fines masivos orientados a la paz al desarrollo es y seguirá siendo un tema medular en estos Foros destinados a sensibilizar sobre el uso responsable de la tecnología. Sobre este tema en particular, Rodríguez señaló que no hay otra forma para lograrlo que no sea con el esfuerzo mancomunado de los estados; basado en los principios de la carta de la Naciones Unidas, el Derechos Internacional, el multilateralismo y con apego a las temas acordados en las dos fases de la Cumbre de la Sociedad de la Información (Ginebra, 2003, Tunez, 2005).
Otra cuestión aún no resuelta y que se erige cada año en este espacio tiene que ver con el hecho de que durante mucho tiempo la institución que ha coordinado y gestionado los recursos críticos de Internet, dígase los nombres de dominio y las direcciones IP, es una entidad sujeta a la jurisdicción de las leyes norteamericanas. Una cuestión que resulta incompatible frente al carácter democrático y participativo del uso de las tecnologías de Internet específicamente, agregó Rodríguez.
Por otra parte, -continúo aclarando- Internet a diferencia de las telecomunicaciones tiene un modelo de negocio donde los países menos desarrollados tienen que pagar para acceder a los contenidos que les interesan y para que el resto del mundo pueda acceder a los contenidos que ellos generan, ubicándolos en una posición de desventaja frente a los más desarrollados.
En este sentido, es imposible pensar en una Internet justa equitativa y al alcance de todos en tanto no tengamos una Internet más democrática y participativa y ello solo es posible a través del consenso de todos los estados, independientemente de su tamaño, de sus posibilidades económicas y sí en igualdad de condiciones en el escenario de gobernanza de Internet, concluyó.
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