No te automediques, pero mira esta aplicación

Hecha en Cuba y destinada a profesionales, técnicos y estudiantes de la salud, circula una aplicación para móviles con información sobre los medicamentos empleados en el país. Una herramienta que además ha revelado su utilidad entre la población que recibe prescripciones.

Se trata de la versión para Android del Formulario Nacional de Medicamentos de Cuba. El nuevo formato surge como complemento del trabajo realizado por los especialistas del Comité Editorial del Formulario, disponible en formato de libro impreso y digital online en la Biblioteca Virtual de Salud de Cuba, perteneciente al Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas — Infomed.

¿Quién le amplió el alcance a una herramienta tan poderosa, capaz de mejorar el acceso de la gente a los detalles sobre lo que le recetaron, lo que necesitan o lo que le sugieren?…

Su nombre es Oscar Manuel Villa Jiménez, doctor en el Instituto Nacional de Gastroenterología. Se graduó de médico en el 2000, es especialista de Primer grado en Gastroenterología desde el 2009 y actualmente cumple misión internacionalista como vicedirector de un hospital en Bolivia.

Oscar es, además, un apasionado de la Informática que aprendió a programar sin computadora, escribiendo los códigos con papel y lápiz.

“Aprendí a programar solo –nos dice en la sala de su casa en 10 de Octubre- y mi entrada en la Computación fue drástica. Cuando toqué por primera vez un teclado inteligente, que era los que existían en mi escuela, lo único que me enseñaron fue para qué servía cada tecla. En la carrera de medicina choqué con el sistema operativo MSDos y me fui motivando por la lógica de la programación”.

El Formulario no es la única aplicación hecha por el Doctor Villa Jiménez, quien además de las relacionadas con el sector de salud ha desarrollado una práctica herramienta para realizar la conversión entre CUC y CUP.

Entre las de medicina, cuenta en su carpeta creativa con ProGastro (2007), su gran proyecto, con versión para escritorio y Android, usada en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas y otros hospitales del país para el registro de los pacientes de Gastroenterología.

También desarrolló BioClim para el cálculo de daño hepático, The Doctor Hand para cálculos elementales de medicina, y NASHRES cuyo fin es determinar la evolución de un paciente con hígado graso.

El Formulario Nacional de Medicamentos (FNM), al cual le hizo la aplicación, se imprime y distribuye cada dos años a los médicos del país, pero no alcanza para todo el personal de salud aunque es posible acceder a su versión digital a través de Infomed y al sitio web del Formulario, que se actualiza con mayor periodicidad y tiene visibilidad internacional.

- ¿Se te ocurrió a ti su creación o fue un pedido especial?

- “El cubano tiene mucho tabú y no puede ver a un médico con la guía terapéutica farmacológica. Eso es un error porque los médicos tienen que consultar, lo que no debe pasar es que se equivoquen con un paciente. En Cuba tenemos el Formulario Nacional de Medicamentos en diferentes formatos, pero como ya estamos en una época en que muchos médicos y gran parte de la población tiene dispositivos móviles, yo me dije: veré si puedo conseguir la base de datos, disponible en Infomed, para hacer la aplicación en Android.

“Así lo hice. Contacté con la Doctora Patricia Alonso Galbán, que es una colega de estudios, y con otros especialistas vinculados con el desarrollo del sitio web del formulario, les conté del proyecto y pregunté si podría conseguir la base de datos. Al final Infomed me la cedió y presentamos la aplicación el 21 de agosto del 2014”.

- ¿Enfrentaste alguna limitación al desarrollarla?

- “No. Tengo la oportunidad de trabajar en un instituto con los recursos y el Internet que necesitaba. La computadora es mía. El problema era cuando estaba en casa y tenía dificultades con algunos dispositivos pero no podía consultar en los foros profesionales a los que estoy suscrito en Internet para solucionar dudas o aportar soluciones”.

- ¿Qué características tiene la aplicación?

- “Se ejecuta a partir de Android 2.3 en adelante, para cualquier tipo de pantalla. La última versión posee dos temas (azul y verde) y tiene incorporada la base de datos interna. Muchos usuarios referían que tenían problemas porque copiaban la base de datos pero no la aplicación, o copiaban una aplicación superior a la base de datos que correspondía. Ahora ya no habrá incompatibilidades”.

- ¿Qué tanto ha cambiado desde la primera versión?

- “Tiene un diseño nuevo, interfaces distintas, más funcionalidades (como una calculadora de dosis para algunos medicamentos), se optimizaron los códigos de búsqueda y se incluyeron los códigos de barras que –y esto me gustaría recalcarlo– se los debo sobre todo a mis padres y a los usuarios, quienes se han dedicado a buscarlos en las cajitas porque las empresas responsables de los medicamentos no me los han cedido.

“La aplicación ahora contiene 785 medicamentos, con abundantes detalles sobre cada uno, tales como los precios, las características de su presentación para que puedan ser identificados, y se alerta si es para una población de riesgo u otras categorías. Además, incluye información sobre plantas medicinales, sus principios activos y utilidades ante distintos padecimientos”.

- ¿Cómo se accede a ella?

- “La vía fundamental de distribución es la red Infomed, que tiene la primicia de las actualizaciones. Fue subida recientemente a Google Play, donde la puedo actualizar yo mismo y desde donde hace poco me enviaron un correo informándome su ranking en tres países en la categoría de aplicaciones médicas: el 3 en Brasil, el 36 en Estados Unidos y el 42 en México.

“Tengo dos sitios amigos de tecnologías, el Two Android y Todo de Android, que también me han ayudado a distribuir las aplicaciones que he hecho. Y la otra vía es de mano en mano. Hace poco le puse una opción a la aplicación para que ella misma se pase de un teléfono a otro a través del Zapya, o por SHAREit”.

- ¿Qué tiempo te llevó programarla?

- “Yo tenía la base de datos, pero estaba en una organización plana, XML. Tuve que crear una aplicación en Delphi que leyera esa base de datos y la exportara de la forma adecuada. Hacerla me llevó un mes y medio, en buena medida porque yo trabajo la programación a partir de códigos que engrano como si fueran ADN, el de búsqueda por un lado, el de enlace por otro…, así. Claro, crear esos primeros códigos me llevó tiempo”.

- “Ojalá dijera en qué farmacia hay un medicamento cualquiera”, me han dicho algunas personas…

- “Mira, la aplicación todavía no está ni en el 10% de lo que imagino para ella. Una idea que tengo –le escribí a ETECSA y me lo negó– es usar los teléfonos de las farmacias de todo el país, que son públicos en el directorio telefónico, pero si lo hago manualmente tendría que copiarlos uno por uno. Me dijeron que no podían dar la base de datos, por todo esto de la filtración que ha ocasionado que casi todo el mundo tenga una aplicación de ETECSA en sus móviles”.

- ¿Y por qué no usas la base de datos que está en la calle…?

- “No, porque entonces sería ilegal. Y estas cosas son serias. Lo otro que me gustaría incluir es la geolocalización, que funcionaría usando los GPS de los teléfonos para indicar dónde está la farmacia más cercana”.

- ¿Qué te han dicho las personas sobre su repercusión?

- “Los médicos están muy agradecidos. Tengo cientos de correos con sus opiniones desde Cuba, África, y otras misiones. Los médicos de familia, sobre todo, se ofrecen a ayudarme en lo que necesite, porque como estoy en Bolivia no tengo tanto tiempo para programar como antes.

“Mis padres la usan. En la PC de mi mamá tuve que poner un simulador de Android. Y los usuarios también me dan sus opiniones, muchos a través de sus correos Nauta. Y me da alegría que algunos me digan que no se van a automedicar, pero les sirve”.