¿Qué emplatado prefieren los más jóvenes?

Lograr que el niño termine todo lo que hay en el plato o, incluso, que coma, se convierte en todo un desafío para muchos padres, pero una nueva investigación podría ayudarles. Al parecer, los niños entre los 7 y 14 años presentan preferencias sobre cómo deben estar distribuidos los alimentos en el plato. El estudio se publica en la revista Journal of Sensory Studies.

Científicos de la Universidad de Copenhague han examinado si el sexo y la edad influyen en este tipo de elección. «Como investigadora, he oído, de modo anecdótico, los comentarios de padres que explican que sus hijos prefieren que les sirvan la comida de una manera determinada, incluso en un orden específico. Pero no disponemos de muchos estudios sobre cómo los niños clasifican y comen sus alimentos, lo que resulta relevante cuando, por ejemplo, queremos que nuestros hijos coman más verdura o la comida en general», explica Annemarie Olsen, del Departamento de Ciencia de los Alimentos de la Universidad de Copenhague.

Hasta ahora, se sabía que la presentación de la fruta y las verdura en porciones pequeñas contribuye a que los niños consuman este tipo de alimentos; también si estos alimentos se les ofrecen de manera que los puedan tomar fácilmente con las manos y comérselos. Asimismo, la presentación visual influye en la cantidad de alimento que comen los niños. Pero ¿puede contribuir al éxito de la comida una determinada distribución del alimento en el plato?

Diferentes edades, distintas preferencias

Para averiguarlo, los experimentadores pidieron a un centenar de niños de entre 7 y 8 años y de 12 a 14 años que clasificaran, según sus preferencias, seis comidas emplatadas de tres maneras: en una, las porciones de alimento (arroz, verduras y pollo, por ejemplo) se presentaban separadas en el plato, sin que se tocaran entre sí; en otra, aparecían alimentos mezclados (pollo y arroz) junto con otra guarnición separada (verduras); en la tercera opción, todos los ingredientes estaban mezclados entre sí.

Las niñas más jóvenes (7 y 8 años) preferían que los alimentos estuvieran separados unos de otros, es decir, sin mezclar, mientras que los niños de la misma edad no mostraban preferencias sobre la distribución de la comida en el plato. En cambio, los niños y las niñas de entre 12 y 14 años preferían los platos en los que la comida se mostraba de modo combinado: todos alimentos mezclados o unos mezclados y otros separados del resto.

Mejor en porciones separadas

Con todo, los investigadores desconocen por qué las niñas de 7 y 8 años prefieren que los alimentos se presenten separados en el plato. «Es posible que piensen que los diferentes ingredientes pueden contaminarse entre sí, pero también podría ser que prefieran comer los distintos alimentos en un orden determinado o que una delimitación clara brinde una mejor visión de conjunto», propone Olsen.

A partir de sus hallazgos, la científica aconseja que los alimentos se sirvan separados en el plato, al menos cuando se trata de los niños de menor edad. «El niño puede mezclar la comida cuando los alimentos se encuentra separados en el plato; en cambio, lo contrario no es posible», señala. Además de ayudar a los padres, los resultados podrían contribuir a optimizar el servicio de restauración en los centros escolares.