La carrocería de un FIAT derruido y desvencijado se adueña de la escena… Pululan las señales de tránsito y la sala toda se sitúa a ratos en calles, esquinas, rincones oscuros…
Dos mujeres huyen.
Huyen de la policía, de los perros… Huyen de ellas mismas, porque arribar a los 40 años puede ser también un motivo para querer escapar. ¿De qué? De una realidad que las agobia, de una vida que siempre es la misma, de una cotidianidad que no deja margen a lo nuevo, lo diferente, lo emocionante.
Beatriz Viñas y Tamara Venereo son las actrices pero bien pudiera serlo cualquier mujer de cualquier país del mundo. ES-CA-PE es la puesta en escena que toda mujer vive en determinado momento de su vida y es la invitación que hace el grupo de Teatro Aire Frío desde el pasado viernes 28 de noviembre y durante todo un mes en los horarios habituales de la sala Adolfo Llauradó.
“Claro que es un drama, pero también tiene matices de comedia y coquetea con lo que conocemos como un road movie, pero esta vez siendo un road theater”, comenta a Cubahora Eduardo Eimil, director de Aire Frío.
“Escapar ha sido un tema que se ha mantenido en nuestras puestas en los últimos tiempos. Escuadra hacia la muerte, de Alfonso Sastre, contó con todo un elenco masculino y también presentamos Carne viva, que integra este díptico teatral al que sumamos ahora ES-CA-PE.
”Nos inspiramos para la obra en una escena muy conocida en el cine de la película Thelma y Louise, de 1991, y puede que los espectadores que conocen el filme encuentren ciertas coincidencias, aunque esta puesta no está anclada en un contexto específico, sino que puede ser aceptada por cualquier persona, sea cubana o no”.
ES-CA-PE no es una obra experimental, pero en su proceso creativo sí hubo mucho de eso…
“Esta obra marca un antes y un después en el trabajo de Aire Frío, que quedó oficialmente establecido en el 2010. Es una obra de transición y así lo asumimos desde el instante en el que decidimos escribirla a modo de taller, a seis manos. Ni Viñas ni Venereo ni yo somos escritores o dramaturgos, pero aún así nos arriesgamos y hemos sido felices por ello en estos dos años y medio que han transcurrido desde que comenzamos a escribir y luego a ensayar, hasta ahora.
“En ES-CA-PE está la impronta de cada uno de nosotros, es una obra muy personal. Cada uno de nosotros dijo lo que tenía deseos de decir desde hace tiempo en relación con el teatro cubano, con nuestra realidad, con nuestras vidas. Nuestras ideas están ahí, presentes, interdialogando, y por eso el resultado ha sido tan bueno, creemos”.
Como una obra de género llega ES-CA-PE a la escena cubana. “No es bueno colocar etiquetas pero así se define todo lo que tiene a la mujer como centro y protagonista. La calidad actoral de estas mujeres, cuyos nombres son fundamentales en el teatro cubano de estos años, se desborda en la escena. Ambas tienen muchos puntos de contacto con los personajes que contribuyeron a crear y tal vez esa sea la razón por la que pueden arrancar sonrisas y lágrimas del público fácilmente”.
¿Logran escapar ellas? ¿Logramos escapar nosotros? ¿De qué o de quién debemos huir?
Las interrogantes están ya, las respuestas se encuentran en cada uno de los asientos de la sala Adolfo Llauradó durante un mes. “Tal vez después de verla, la obra motive a la reflexión y a que cada uno de los espectadores repiense y redirija sus propios caminos”.
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