¿Qué tienen en común una pincelada rebelde, una escultura que desafía el tiempo y un patio lleno de jóvenes soñando en barro y papel? Todas nacen en el mismo lugar: la Academia Profesional de Artes Plásticas “José Joaquín Tejada” de Santiago de Cuba, que este año celebra nueve décadas de formar artistas, sembrar ideas y defender la belleza como acto de resistencia.
Fundada en 1935, esta institución no solo ha sido escuela: ha sido casa, laboratorio, refugio y trinchera. En sus aulas se han gestado movimientos, se han pulido talentos y se ha tejido una comunidad que entiende el arte como forma de vida y de lucha.Cada rincón de la academia guarda huellas: pigmentos que no se borran, trazos que aún respiran. Desde sus aulas han emergido creadores que dialogan con la memoria, la crítica y la belleza. Pintores, escultores, ceramistas, todos han encontrado aquí un espacio para aprender, desaprender y reinventarse.
Este fotoreportaje recorre sus pasillos, sus patios, sus gestos. Captura el pulso de una comunidad que no envejece, sino que se transforma. Las imágenes revelan manos en barro, miradas sobre lienzo, cuerpos que habitan el arte como forma de resistencia y ternura.
Más que una efeméride, este 90 aniversario es una afirmación: el arte sigue siendo necesario. En cada fotografía, en cada rostro, en cada obra, la Academia José Joaquín Tejada se revela como lo que siempre ha sido: un espacio donde la creación es también comunidad, y donde el futuro se esboza con trazos de dignidad.
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