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martes, 19 de noviembre de 2024

Ya tenemos Cecilia...(+Fotos)

La infortunada historia de la bella mulata ha sido llevada al cine, a la escena musical y ahora debuta en bronce...

Yeneily García García en Exclusivo 29/12/2014
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Cecilia Valdés en la Habana Vieja 03
Escultura en bronce, del artista Erig Rebull, obra única de su tipo en Cuba.

Ladeada la cabeza, como quien espera –no sabemos si a Leonardo o a José Dolores—, Cecilia se revela al caminante que dobla la esquina hacia la plazuela del Ángel. Frente a ella, benévolo, Cirilo Villaverde la contempla. Queremos imaginarlo satisfecho. Al fin en La Habana se le ha dado cuerpo a quien es símbolo de la belleza de sus mujeres, de la sensualidad de la criolla, la mujer fatal cubana que es parte dulzura, parte fiereza.

Considerada la novela de amor más importante del siglo XIX latinoamericano, Cecilia Valdés o La loma del Ángel es un reflejo de la sociedad cubana de esa centuria y a diferencia de otras obras de su misma época, hace hincapié en los problemas de la realidad que retrata: la mezcla de razas y culturas, las contradicciones de clases y la discriminación.

Cecilia —una mulata blanconaza resultado de la feliz mezcla entre negro africano y blanco español— es hija del rico Cándido Gamboa, español y poderoso personaje de La Habana colonial. Sin sospechar su parentesco, se enamora de Leonardo, hijo de Don Cándido, y es correspondida por este, quien la hace su amante.

Incapaz de hacer frente a las convenciones y a la alta sociedad en la que nació, Leonardo abandona a Cecilia para casarse con una de sus iguales, Isabel Ilincheta, matrimonio que es malogrado por José Dolores Pimienta, un mulato que alentado por Cecilia y llevado por su amor a la criolla, mata a Leonardo.

La infortunada historia de la bella mulata ha sido llevada al cine, a la escena musical y ahora debuta en bronce, con la escultura de su protagonista, epítome de la mujer cubana, y salida de la inspiración del artista Erig Rebull, quien dedicó la figura a su primera modelo: su esposa Gisell Fundora, fallecida hace poco a la edad de 32 años.

Difícil fue terminar el proyecto, que este diciembre cumple dos años desde su comienzo. Hubo que construir, en un taller de un amigo, horno y crisol para poder fundir una obra a tamaño natural, y buscar la asesoría de consagrados como Kamyl Bullaudy, y el fundidor artístico Ideal Olivés, miembro del equipo responsable por materializar el José Martí de la Fragua Martiana, el John Lennon del parque de El Vedado, el Caballero de París de la Basílica Menor de San Francisco de Asís, y La Madre Teresa de Calcuta, de los jardines del propio edificio, todas ideadas por el maestro José Villa Soberón.

Así nació esta Cecilia, emplazada desde hace varios días delante del atrio principal de la Iglesia del Ángel, justo frente al busto de Cirilo Villaverde, autor de la novela y consagrado patriota, que fuera inaugurado en 1946 por el ministro de Gobernación de los presidentes  Ramón Grau San Martín y  Carlos Prío Socarrás, Segundo Curti Messina.

Otra atracción que viene a aportar  magia–aún más si se puede— al rincón habanero, inmortalizado en la obra villaverdiana, por el que podemos imaginar caminaban caballeros con la mano presta a sacarse el sombrero para saludar a las damas que arrastrando las faldas, aceleraban la imaginación de sus admiradores masculinos, en un recatado juego de seducción decimonónica.

Ahora, a la Iglesia del Santo Ángel Custodio, conocida además por ser sede bautismal de Félix Varela, José Martí, y la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, se le agrega otro encanto, el de la bella Cecilia, que abanico en mano parece esperar a alguien o algo, y que se multiplicará muy pronto en los lentes de turistas y habaneros.


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Yeneily García García

Lectora voraz y artista frustrada, enamorada desde siempre del periodismo de Agencia y ejerciéndolo con plenas facultades desde 2008.


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