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lunes, 18 de noviembre de 2024

Pulpo, pero de brazos cortos

En un rato Washington acaba de “regar sanciones” a diestra y siniestra...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 03/05/2019
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Estados Unidos-Iran-Sanciones-petróleo
Trump suspendió las unilaterales “exenciones” dispuestas para los principales compradores de petróleo iraní, con el fin de “llevar a cero” las transacciones de crudo de la República Islámica.

En efecto, entre el cierre de abril y los dos primeros días de mayo de este 2019, el señor presidente de  los norteamericanos, el compulsivo Donald Trump, ha dado nuevas muestras de que simple e invariablemente la emprende contra “lo que no le gusta”, no importa si con ello patina inexorablemente hacia al ridículo, la barrabasada y la bufonada más extremas.

Así, en las horas finales del cuarto mes del año y las primeras de mayo, tuvo que tragarse el bolo de otro fallido y ridículo intento de golpe de estado contra Venezuela por intermedio de sus mercenarios locales de la oposición violenta; puso en vigor los dos acápites (III y IV) de la Ley Helms Burton que pueden empantanar el sistema judicial gringo con los pretendidos reclamos de “ciudadanos” perjudicados por las leyes cubanas de nacionalización, amén de destapar una ola de contramedidas de los países que mantienen relaciones comerciales con La Habana; y suspendió las unilaterales “exenciones” dispuestas para los principales compradores de petróleo iraní, con el fin de “llevar a cero” las transacciones de crudo de la República Islámica.

En fin, un variopinto paquete de “contundentes acciones” a la altura del “papel rector global” que no se sabe quíen le otorgó a la ultraderecha gringa con relación a esta “desagradecida, torpe, pusilánime, inepta e inquieta humanidad” que no se deja “civilizar” a lo Made in USA.

De los primeros episodios existe una abundante información de última hora, por tanto este autor prefiere llevar la mirada a la medida agresiva que atañe a una región tan convulsa y explosiva (a cuenta de la injerencia norteamericana) como la del Golfo Pérsico, donde la resistencia de Teherán a dejarse chantajear se suma a la tozudez patriótica de venezolanos y cubanos frente a los renovados intentos del enemigo común por cercenarles una vida y un futuro independientes.

Y es que a estas alturas de la historia mundial hay elementos básicos recurrentes a escala planetaria que no pueden ser pasados por alto, mucho menos por una potencia en baja: quien mucho aspira a abarcar poco aprieta en realidad, y mucho menos en un escenario donde existen crecientes alternativas a la esclavitud y un sólido espíritu de no rendir plazas bajo ninguna consideración.

Y así como en Venezuela la repetida asonada derivó en burda tragicomedia, y en Cuba quien aspire a “recobrar propiedades” tendrá que desembarcar en la Isla bajo todos los riegos, en el caso del petróleo persa va a ser muy difícil que la República Islámica se doblegue y que quienes dependen de tales embarques para asegurar su consumo de energéticos acepten mansamente los caprichos restrictivos de Donald Trump.

Turquía, por ejemplo, uno de tales clientes, ha dicho que no puede cerrar su compra de crudo iraní so pena de afectar su economía y a su población, mientras China (¡nada menos que China!) rechazó de plano todo condicionamiento de la Casa Blanca en torno a su comercio energético.

La lista de “afectados” por la decisión USA incluye además a la India, Italia, Grecia, Japón, Corea del Sur y Taiwán, importantes socios norteamericanos estos tres últimos en el Extremo Oriente, una “alianza” que poco importa a la Oficina Oval cuando de sus afanes dictatoriales a escala universal se trata.

Teherán, mientras tanto, mantiene la inalterable defensa de su derecho a comerciar libremente sus recursos energéticos, y afirma tener alternativas suficientes como para hacer polvo las intenciones de Trump y de la ralea que le acompaña en sus ilusorias decisiones.

Por demás, la autoridades persas han advertido más de una vez en estos días, y por intermedio de diversos voceros, que no admitirán ningún chantaje naval foráneo en el Estrecho de Ormuz, por donde circulan sus exportaciones petroleras y buena parte de las de Oriente Medio, toda vez que en la zona ya se mueven buques militares estadounidenses capaces de generar un conflicto armado bilateral.

Irán, han dicho las fuentes “nunca permitirá que los Estados Unidos haga de Ormuz un paso inseguro” y “tiene la capacidad defensiva para evitarlo”…y a buen entendedor (aunque Trump no lo sea ni por asomo), pocos fonemas…


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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