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sábado, 16 de noviembre de 2024

Un socio confiable

Líderes africanos junto a Vladímir Putin acuerdan institucionalizar sus consultas conjuntas...

Néstor Pedro Nuñez Dorta en Exclusivo 29/10/2019
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Rusia-Putin-África
Rusia es un amigo sincero de África.

Días atrás, en el balneario ruso de Sochi, el presidente Vladímir Putin encabezó un encuentro de cooperación y consulta con los jefes de Estado y Gobierno de África.

Se trata de una importante noticia, porque sin dudas estrechar esos vínculos y potenciarlos se corresponde de manera concreta con el interés de buena parte del planeta de establecer un tangible multilateralismo en las relaciones globales que detenga las apetencias hegemónicas en boga en Washington y otros espacios geográficos afines.

De todas formas, es interesante constatar como la informaciones de la gran prensa capitalista sobre el hecho no pueden despojarse de reflejar acontecimientos de esta envergadura a partir de atribuir a otros los cánones con los que actúan los poderes imperiales en casos similares.

A propósito, uno de los titulares de una agencia de prensa de derecha hacía alusión a la renovada “expansión de las ambiciones rusas” con respecto al espacio africano, e insistía en que el Kremlin está montado en una carrera por extender su influencia en aquella parte del mundo, rica en recursos naturales y minerales aún a la espera de ser explotados.

Así, concluía el “examen” del susodicho material escrito,  Moscú escala su presencia en el área en su exacerbado interés geopolítico de “reeditarse como potencia de primer orden.”

En pocas palabras, para tales voceros y quienes les pagan, la interrelación entre pueblos y países solo se reduce a dominar y subordinar a otros, y  por supuesto, nada más conveniente que utilizar esos rótulos para  estigmatizar y crear desconfianzas con relación a oponentes con otras propuestas antagónicas.

Con todo, lo cierto es que en Sochi el ambiente no pudo ser más laxo, compresivo, cooperativo y dialogante. Rusia anunció, entre otras cosas, la condonación de las deudas financieras de varios estados africanos con Moscú, y estableció algunos de los puntos donde Africa y el Kremlin pueden ahondar lazos mutuamente ventajosos.

Para Putin es importante promover el desarrollo integral de Africa y su conversión en un miembro fuerte y decisorio de la comunidad mundial, dejando atrás los siglos de explotación que las potencias capitalistas impusieron en la zona como abastecedora de esclavos a las economías capitalistas, y escenario de una desenfrenada explotación de sus cuantiosos y multifacéticos recursos naturales.

Vale recordar además que en decenios pasados la Unión Soviética llegó a ser un fuerte puntal de las luchas africanas contra el colonialismo y en la asistencia a los nuevos gobiernos independientes derivados de ese proceso.

No por gusto, y pésele a quien le pese, los líderes africanos presentes en Sochi resultaron enfáticos en concluir que “Rusia es un socio altamente confiable para sus respectivas naciones” y establecieron que la experiencia política realizada este octubre en el famoso balneario del Mar Negro se instituya formalmente como un mecanismo permanente de consulta e intercambio mutuos.

Según datos de diferentes fuentes, los intercambios rusos con los países africanos “sumaron en 2018 unos 20 mil millones de dólares, pero todavía son menos de la mitad que los Francia y una décima parte de los de China, aunque la tendencia es dinámica.”

“En efecto, subrayan las fuentes, las exportaciones rusas hacia África se han duplicado en tres años, y constituyen el 4 por ciento del total de sus ventas al exterior, contra apenas un por ciento hace cinco años.”

Por demás, y siempre basado en los principios de colaboración mutuamente ventajosa y respeto a las prerrogativas de cada Estado que caracterizan su conducta internacional, sin dudas Rusia pueden aportar en mucho más a Africa en materia de desarrollo energético, minero, industrial y tecnológico, en la colaboración científico técnica, y en la formación de especialistas locales en las más diversas ramas, entre otras necesidades de un área que debe saltar, de pasto tradicional para los expoliadores extranjeros, a conglomerado próspero y con influencia decisiva en el curso presente y futuro de nuestra casa común.


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Néstor Pedro Nuñez Dorta

Periodista


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