El despiadado bateo del dominicano David “Big Papi” Ortiz fue factor determinante en el título alcanzado por los Medias Rojas del Boston sobre los Cardenales de San Luis, 4 victorias por 2, en la reciente Serie Mundial de la MLB, la octava que alcanzan en trece presencias en el Clásico de Octubre. Para que la dicha fuera completa, la serie se decidió por vez primera en Fenway Park, el viejo parque de los flamantes campeones.
El “Papi” Ortiz, viejo conocido de los aficionados cubanos, bateó para 688 (11 en 16 turnos), incluídos dos jonrones, uno de ellos Gran Slam, e impulsó 6 carreras.
Para llegar a la Serie Mundial, Boston tuvo que cruzar antes sobre los Tigres de Detroit cuatro victorias frente a dos reveses en el play-off final de la Liga Americana. Da más realce al triunfo de los Medias Rojas el hecho de que el año anterior habían finalizado en el sótano de su división.
Los encuentros entre los titulares de la Liga Americana y la Nacional están pactados a siete desafíos y el primero en llegar a cuatro triunfos se lleva el gato al agua.
Las Medias Rojas, equipo de rico historial en la llamada Gran Carpa, mandaron en la Liga Americana en los primeros años del pasado siglo, etapa en la que doblegaron a los Piratas de Pittsburgh en 1903 (4-3), a los Gigantes de San Francisco en 1912 (4-3); a los Filis de Filadelfia en 1915 (4-1); Robbins de Brooklyn en 1916 (4-1) y al Chicago Cubs en 1918 (4-2). De entonces en lo adelante, no obstante poseer buenos equipos, el Boston no volvió a estar en una Serie Mundial hasta 28 años más tarde, cuando en 1946 cayeron frente a los Cardenales de San Luis.
Esa serie los Medias Rojas la ganaban 3-2, cuando el San Luis la empató en el sexto desafío, dejando listo el terreno para el día siguiente darles el tiro de gracia en un dramático final, del cual aún se habla cuando se hacen recuentos de las Series Mundiales.
Tuvieron que esperar 28 años para volver al Clásico de Octubre, y 86 para ganar otra Serie: la del 2004 frente al propio San Luis. Rota la mala racha, volvieron a ganar en el 2007 a los Rockies de Colorado y ahora lo hacen sobre el San Luis, su más encarnizado rival en estas confrontaciones.
La aciaga racha comprendida entre 1918 y 2004 fue llamada por los periodistas deportivos “la maldición de Babe Ruth”, luego de que este fuera transferido a su más odiado rival, los Yankees de Nueva York, a raíz del triunfo sobre el Chicago en 1918.
Ruth, lanzador devenido jardinero con los Yankees, en el propio 1918 había ganado con el Boston 13 juegos y perdido 7, con 2.22 promedio de carreras limpias y 18 juegos completos. Además, pegó 11 jonrones y remolcó 61 carreras. En la Serie Mundial de ese año, ganó 2 juegos con efectividad de 1.06 carreras limpias en 17 entradas.
UN POCO DE HISTORIA
No puede hacerse un recuento de la trayectoria de los Red Sox sin mencionar en plano preferencial a Teodoro Samuel Williams, el legendario “Ted” Williams, último jugador en batear sobre el codiciado averaje de los 400 (401), hazaña que realizó en 1941, once años después de que Bill Terry, inicialista de los Gigantes de Nueva York, lo hiciera en la Liga Nacional con el mismo averaje en 1930.
Un dato poco conocido: durante la campaña de entrenamiento de los Medias Rojas en marzo del propio año 1941, el equipo hacía su preparación en la Florida, beneficiado por un clima primaveral apropiado para que los músculos adquieran su elasticidad luego de un prolongado descanso de cinco meses (de octubre a febrero).
Un imprevisto mal tiempo interrumpió por un par de días la preparación de los bostonianos y, como quiera que se aproximara el comienzo de la nueva campaña, la alta dirección del equipo decidió darse un salto hacia La Habana para reanudar en ella su entrenamiento.
El Boston se presentó en la capital cubana con todos sus estelares, excepto Ted Williams, a quien disculparon. Aún sin Ted, los Red Sox contaban con una tanda ofensiva de respeto. Ansiosos de apreciar los resultados de la preparación, pidieron un juego de confrontación frente a peloteros cubanos y a la carrera, de ahora para ahora, se armó un equipo con jugadores de la Unión Atlética Amateur y, ¡vaya sorpresa! los cubanos se impusieron 2 x 1 con el telefónico Juanito Decall, en la lomita del terreno "La Tropical".
Por los nuestros alinearon, entre otros, Juan Ealo, Mario Fajo, Antonio “Quilla” Valdés, y José Luis “Jorocón” García. “Quilla” y Fajo disertaron de tal manera alrededor de la intermedia que, al finalizar el juego, el manager de los visitantes, Joe Cronic, antaño brillante torpedero, declaró a la prensa no comprender cómo “Quilla” y Fajo no estaban en un béisbol superior.
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