Mijaín López y la promesa a Bartolo

Debe haber pocos sueños que cumplir para el doble campeón olímpico Mijaín López. El luchador supercompleto cubano vive un reinado sin precedentes con varios campeonatos mundiales, y ha sido ratificado en más de seis ocasiones, incluido este 2014, como el atleta del año en el país.

“El invencible”, “el gigante de ébano de Herradura” no tiene rival; y nadie se acuerda ya del turco Riza Kayaalp quien le ganó la final del Mundial de 2011.

Mijaín ha hecho de todo, ha ganado de todo. Pero, la mejor medalla del consolareño es su típica personalidad. Hace poco un colega del periodismo deportivo, me contaba de su primer encuentro con López. Fue por el 2002 en un viaje por la autopista hacia Pinar del Río. “Milián es mi ídolo, yo le digo en broma que voy a ser igual o mejor. De aquí a un par de años vas a ver”, le dijo en aquella ocasión.

Años después cumplió lo prometido. El hijo de Bartolo y Leonor tiene la constancia con sus medallas colgadas en casa. Las enseña con orgullo, humildad y honradez, al que se llegue a su comarca. ¡Un personaje!

Pero a Mijain le queda un gran sueño por cumplir. La familia es fundamental para él. Tanto que por el 2012, recién llegado de las Olimpiadas, se debatió si cumplirle el sueño a Bartolo, su padre. En un arranque de alegría al ganar su hijo la segunda medalla de oro olímpica, presagió un Mijaín para Río de Janeiro 2016.

Por aquellos días de agosto declaró que no sería tarea fácil y la duda de un tercer ciclo olímpico atisbó en sus respuestas. A finales de ese propio año lo decidió. “Estamos trabajando en óptimas condiciones, implica cuidarme mucho sobre todo por la edad que ya tengo para este tipo de competiciones, además de cuidar mi peso”.

López, de 32 años, reconoció en ese entonces que mantenerse físicamente comprende un gran sacrificio. “Pero estaremos en eso, es una decisión valorada con mi equipo técnico y de entrenadores”.

Para ello el luchador grecorromano tomó un 2013 semi-sabático. “Habrán competencias que no me verán, descansaré un poco, entrenaré con mucho optimismo para poder llegar a las Olimpiadas”. Y así lo cumplió.

¿El regreso? ¡De película! En enero de este año, después de más de 12 meses de asueto y ya con 130 kilos, retornó de nuevo al escenario deportivo, alcanzando la medalla de oro en el Campeonato Nacional de Lucha. Subió al máximo escalón del podio en el Mundial de la disciplina que tuvo lugar en la ciudad de Tashkent, Uzbekistán y en los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, México.

El camino despunta, y Mijaín ha echado a andar, sin subestimar contrarios. “Todos los atletas que llegan a una final son oponentes fuertes”. Aunque, si le vuelves a preguntar sobre cumplirle el sueño a Bartolo, no se resiste y confirma su postura desde hace dos años. “Es mi deseo y el del pueblo. ¿Mi meta?: otra medalla en Río de Janeiro”.