Una de las Fiestas Patronales de la Iglesia, devenidas populares, que conforman el patrimonio universal son los festejos de San Jerónimo en honor al Santo Patrono local del valle de Puentes Grandes o de San Jerónimo, antes llamado Mordazo, en el habanero poblado de Puentes Grandes, que hoy delimita los municipios de Plaza de la Revolución y Playa.
Según el Doctor Avelino Couceiro, historiador del municipio Plaza de la Revolución, el 15 de noviembre de 1816 se había erigido en parroquia y vicaría perpetua un sencillo templo que existía en la barriada de Mordazo, bajo la advocación de San Jerónimo. Asegura el historiador que desde 1917 se levanta en su actual ubicación la parroquia (Diocesana) de San Jerónimo de Puentes Grandes, una de las primeras iglesias extramuros.
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Couceiro Rodríguez anota la fecha del 30 de septiembre de 1918, como el inicio de las Fiestas Patronales de San Jerónimo, en la localidad de Puentes Grandes. Agrega el Doctor que acudían a los festejos habitantes de todo Puentes Grandes y de muchos puntos de La Habana para celebrar durante todo el fin de semana inmediato después de las famosas procesiones que partían de la Iglesia.
Sin embargo, José Durán, historiador del municipio de Playa, señala que después de 1919, un grupo de vecinos y propietarios de la localidad decidieron ampliar la celebración e incorporar otro tipo de actividades con el objetivo de recaudar dinero para obras de beneficio social y promover el desarrollo local.
Por su parte, Couceiro Rodríguez advierte que más allá de su origen religioso los festejos tenían un carácter lúdico, culinario y deportivo. Era una época de romerías que comenzaba con el toque de la diana, a las 5 a.m., y el buchito de café carretero, para los visitantes.
Apunta que luego se realizaba un encuentro entre los equipos locales de football, incluido el femenino y que se reconoce a la comunidad como pionera en la práctica de ese deporte por los terrenos con que contaba más al sur en La Gomera. No faltaban otros juegos como la cucaña, en las áreas acuáticas, y el puerco encebado que hoy para los animalistas se considera un tipo de tortura contra esa especie.
En tanto Durán indica que la música se convirtió en un atractivo importante de esas suertes de carnavales donde se presentaban las mejores orquestas de la época. Sin embargo, dijo, eso generó tensiones entre la Iglesia y los pobladores de la comunidad.
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Afirma Durán que durante el período de 1919 y 1965, las autoridades eclesiásticas les prohibieron a los fieles asistir a esos eventos culturales, con el argumento de que eran de carácter pagano. Con el tiempo se procuró integrar los festejos dentro del marco religioso.
En 1991 la fiesta fue revitalizada como resultado de eventos teóricos organizados por la Dirección de Cultura de Plaza de la Revolución. Tres años más tarde, Couceiro Rodríguez y Carlos Ramírez Olivares presentaron una investigación titulada De San Juan a San Gerónimo: dos fiestas y dos barrios al rescate, en el Simposio Internacional de Folklore de 1994, que resultó propuesta al Premio Nacional Memoria Viva, en el Simposio de la Ciudad de 1995.
Posteriormente, se presentó en el V Simposio Territorial de Estudios Culturales de Plaza de la Revolución la ponencia Fiesta de San Gerónimo de Puentes Grandes.
A partir del año 2001, los festejos comienzan a formar parte de las acciones del municipio Playa y se decide trasladar la Semana de la Cultura de ese territorio para la última semana de septiembre.
Hasta el 29 de septiembre se celebra la edición 43 de la Semana de la Cultura de Playa que este año se dedica al aniversario 105 de las Fiestas tradicionales de San Jerónimo. Para la clausura de la semana se ha reservado una gran fiesta en el barrio La Ceiba y un concierto de la cantante Laritza Bacallao y su grupo, a las 9 de la noche, en la calle 53 entre 50 y 52.
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