Cada vez es más vital la donación de órganos y tejidos de personas sanas. Esta acción en muchas ocasiones hace la diferencia entre la vida y la muerte para algunos seres humanos y para otros la posibilidad de mejorar la calidad de su existencia.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra cada 6 de junio el Día Mundial de los Pacientes Trasplantados; así, desde cada país se impulsan iniciativas para fomentar una cultura de donación de órganos, otorgando a los pacientes en espera una oportunidad para seguir viviendo. Muchos de estos pacientes son crónicos o terminales, y las donaciones y los trasplantes son su última alternativa de vida.
El 24 febrero de 1970, según datos del Ministerio de Salud Pública, se efectúo el primer trasplante renal exitoso en Cuba que dio inicio a la era de la trasplantología en la mayor de las Antillas, y actualmente suman más de seis mil las personas que han recibido ese costoso proceder de manera gratuita.
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El país cuenta con una organización nacional que coordina la actividad de 5 centros territoriales, 32 unidades de coordinación de trasplantes, ubicadas en instituciones hospitalarias y centros especializados en tipos de transplantes.
Hoy en día los trasplantes se han convertido en una práctica médica muy extendida con múltiples beneficios para los pacientes que de otra forma, no tendrían una segunda oportunidad. Los órganos trasplantables son corazón, hígado, intestino, páncreas, pulmón y riñón. Los tejidos son corneas, hueso, pelo, piel, sangre y válvulas cardiacas; y las células incluyen a la médula. Según estimaciones de la OMS, el órgano con más demanda es el riñón
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Recibir un trasplante es, en muchas ocasiones, una segunda oportunidad para personas con enfermedades crónicas o terminales, al permitirles prolongar su vida hasta 20 años.
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