Cada vez que el Premio Nobel de Medicina 2012, John Gurdon, imparte una conferencia en la prestigiosa Universidad de Cambridge, propone a su auditorio la siguiente pregunta: “¿Si la técnica fuera segura y eficaz, estarían a favor de que los padres no fértiles de niños fallecidos pudieran clonar a sus hijos con células de su piel y óvulos de la madre?"
El científico, cuyo trabajo sobre la clonación en ranas durante las décadas de los 50 y 60 condujo a la creación de la oveja Dolly, en 1996, por científicos de Edimburgo, cuenta que, por lo general, su interrogante obtiene un resultado promedio de un 60 por ciento de personas a favor. Sin dudas, el dato resulta muy interesante frente a los complejos dilemas éticos a nivel global que acompañan la decisión de clonar o no a un ser humano.
Controlar todos los genes que intervienen en el proceso de clonación es hoy, a la par que un tema complejo, un desafío para los científicos. A menudo la ciencia recuerda experiencias como el caso de la clonación en ratones, los que tienden a desarrollar la obesidad, así como a la desaparecida oveja Dolly, que padeció artritis. Según Gurdon, es un hecho que la mayoría de los embriones de animales clonados son deformes.
No obstante, el Premio Nobel de Medicina 2012 ha dicho que, dentro de 50 años, los padres que pierdan a sus hijos en accidentes podrían clonar "copias" para reemplazarlos, y sus declaraciones han reanudado la polémica sobre el tema, porque cuando a mediados del siglo pasado al biólogo le preguntaron la fecha en la que ocurriría la primera clonación en mamíferos, su pronóstico no se equivocó.
La posibilidad de clonar a un ser humano plantea una serie de complejos problemas éticos. El debate se dirige hacia posturas que se acercan a diversas disciplinadas como la bioética y la psicología.
El científico declara que por lo general “las razones para el ‘no’ radican en que el nuevo hijo se sentiría como una especie de sustituto de alguien y no válido por derecho propio”.
CUBA ANTE LA CLONACIÓN HUMANA
Cuba no ha estado de espaldas a los debates internacionales sobre la clonación humana. La posición de Cuba quedó fijada en un decreto del presente año. Al respecto, el decreto ley número 290, publicado en la Gaceta Oficial el 21 de febrero de 2012, y firmado por el Presidente de los Consejos de estado y de Ministros y General de Ejército Raúl Castro, Cuba prohíbe patentar la clonación de personas, incluso en órganos y tejidos humanos.
Según el texto, no se podrán patentar “los procedimientos de modificación de la identidad genética germinal del humano” o “de los animales, que supongan para éstos sufrimientos sin utilidad médica sustancial” y “los usos de embriones humanos con fines industriales o comerciales”.
Estas medidas pretenden “contrarrestar el ejercicio abusivo de los derechos que se adquieran o el recurso a prácticas que limiten de manera injustificada el comercio”, así como “salvaguardar los derechos (...) de adoptar las medidas necesarias para proteger la salud pública”.
ENORMES RETOS POR DELANTE
Los avances de la ciencia y la técnica son gigantescos y han llegado incluso al séptimo arte, con películas de ciencia ficción que recrean el tema de la clonación. Las palabras de Gurdon han reanimado los complejos debates bioéticos sobre la posibilidad de la clonación humana; quizás algún día la ciencia siga sorprendiendo al hombre y lo que aparece en los filmes llegue a formar parte de la realidad.
El propio Gurdon afirma que las personas no tardarían en superar sus preocupaciones, si la técnica tuviera aplicaciones útiles en medicina.
“Creo que cualquier cosa que pueda ayudar a reducir el sufrimiento o a mejorar la salud humana será ampliamente aceptado por el público. Por eso, si la clonación resolviera problemas y resultara útil para las personas, creo que sería aceptada”, sostuvo.
Por ejemplo, Gurdon ejemplificó el caso de la fertilización in vitro, que si bien en un principio fue vista con suspicacia, tuvo una amplia aceptación tras el nacimiento en 1978 de Louise Brown, el primer ‘bebe probeta’.
Pero, para que se cumpla en la realidad lo previsto por el Premio Nobel de Medicina 2012, aún los retos por delante son enormes.
Watson
20/12/12 14:08
Yo creo que la clonacion del hombre, asi por que si no vale la pena, pero clonar organos? seria genial ... se imaginan cuantas vidas se pudieran salvar si tuvieramos una fabriquita de corazones, pulmones, riñones ???
Andrea
20/12/12 13:43
El tema es bien complejo y creo que los debates que puede suscitar son enormes. Vi una película no hace mucho en la que un grupo de científicos creaba un tipo de ser humano con modificaciones genéticas, que le permitían tener una fuerza sobrenatural... las consecuencias que tuvo esa creación fueron terribles y tristes en la peli. Realmente, yo solo estoy de acuerdo con la clonación, como dice el científico, si es capaz de ayudar al hombre en su salud; pero no estoy a favor de clonar ser humanos completos por inconformidad con la muerte.
Malena
20/12/12 11:44
Excelente material, con un buen punto de vista, hasta el día de hoy estoy en contra de la clonación completa de animales o seres humanos pero si de órganos. Eticamente no me gustaria ser un remplazo para nadie,ni que nadie fuese una copia mía
Rosángela
20/12/12 9:56
A ver no estoy de acuerdo con la clonación de animales y mucho menos de seres humanos, pero la clonación de las celulas para beneficiar los órganos dañados del cuerpo humano (no entiendo mucho de ésto) pero, creo sería muy útil para las enfermedades mortales como la del cáncer por ejemplo que llega a dañar órganos vitales por completo. Sólo éste comentario.
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