El placer de leer un libro hecho a mano (+Fotos)

¿Lo creería usted si le dijeran que aún en pleno siglo XXI una editorial se empeña en fabricar libros a mano? ¿Con crayolas, telas, hojas, flores, metales, vidrio, plástico y cerámica? Pues en Matanzas, la idea de convertir el libro en una obra de arte cumple próximamente 30 años y un colectivo de artistas de la plástica y editores se aprestan a celebrarlo el próximo abril.

¿Cuáles son las peculiaridades del proceso de producción de un libro manufacturado? ¿Cómo planea la Editorial celebrar su próximo aniversario?  Sobre estos y otros temas conversamos con una de sus editoras, Gladys Medero.

Con el símbolo de la luz de un quinque que acompaña la difícil labor de llevar el deseo de un autor al arte, Ediciones Vigía enlaza las páginas de los libros, las enumera, le añade los objetos que pueden aportar a la idea de sus diseños.

Al inicio fue el empeño de dar a conocer los jóvenes escritores de la ciudad de Matanzas, muchos con gran talento, pero que eran desconocidos para las editoriales, lo que impulsó el nacimiento de Ediciones Vigía, pero después, el éxito del proyecto ha hecho que pueda extenderse a la divulgación de lo mejor de la creación artística nacional y universal.

Reconocidos escritores como Eliseo Diego, Miguel Barnet, Pablo Armando Fernández, Carilda Oliver Labra, Nancy Morejón y César López han sido publicados por esta editorial matancera. Cada año, en tiradas de 200 ejemplares, Vigía publica literatura cubana y extranjera en nueve colecciones y dos revistas.

No obstante, Ediciones Vigía continúa cercana al objetivo fundacional de promocionar la literatura que se hace en Matanzas, por lo que una de sus colecciones, llamada San Juan, edita cada año textos de autores matanceros.

Cada uno de los ejemplares es una verdadera obra de arte, asegura Medero, quien muestra entre sus manos muchas de las soluciones plásticas encontradas por los diseñadores a cada palabra de sus autores.

“Con la idea de convertir el libro en una obra de arte, en dependencia de las características de cada edición se piensa en uno u otro artista para que ejecute el diseño”, explica Medero.

“Desde el punto de vista del derecho de autor, las condiciones de Ediciones Vigía también son muy distintas al resto de las editoriales, pues se considera que un autor que ha publicado una obra con Vigía es inédito. Con el autor no media pago de dinero, se le dan 25 ejemplares de cada título, pero nosotros no conservamos los derechos de autor”.

En los últimos tiempos, cuenta Medero, la editorial ha tenido que reducir muchas de sus  tiradas, debido a la falta de materiales como el papel. “No tenemos materiales y a veces no podemos cumplir nuestros compromisos editoriales. El año pasado por ejemplo este problema incidió en que este año no tengamos libros”.

No obstante, el enorme desafío de crear un libro a mano y los problemas que atraviesan el proceso de producción, la editorial llega 30 años de creada, en una época donde, algunos dirían, se imponen los libros digitales, pero aún quedan quienes siguen apostando por el placer de tocar con sus manos un libro manufacturado.

 Mesas de poesía, narrativa, presentaciones de libros, recitales, conciertos, todo eso y mucho más podrá encontrar si se llega por los días finales de abril a la ciudad de Matanzas.