Ha transcurrido más de una década desde que Peter Jackson se aventuró a rodar la trilogía de El Señor de los Anillos, adaptación cinematográfica imperfecta… pero muy meritoria, que implicó realizar tres largometrajes de forma simultánea, sin conocer la reacción de los espectadores, en especial de los admiradores del original literario de John Ronald Reuel Tolkien, más conocido por J. R. R. Tolkien.
Sin embargo, una vez que vio la acogida del público internacional, a Peter Jackson le dieron deseos de entregar al mundo una nueva producción, enmarcada en la Tierra Media, y de ahí surgió la idea de recrear el mundo que Tolkien aventuraba en El Hobbit, una novela de menor tamaño que El señor de los Anillos, y que le sirve de epílogo a esta.
La segunda saga de Jackson, que ha dado para tres largometrajes, no precisamente breves, culmina con El Hobbit 3: La Batalla de los Cinco Ejércitos, una película en la cual la fantasía del séptimo arte se erige una vez más como ese anfitrión generoso que atrapa y entretiene tanto a niños como a adultos.
Los beneficios en taquilla han vuelto a ser cuantiosos, pero esto no puede justificar en modo alguno el escaso interés artístico de Un Viaje Inesperado, La Desolación de Smaug y La Batalla de los Cinco Ejércitos.
La segunda saga de Jackson sobre la Tierra Media de Tolkien no hace nuevos aportes al género, por decirlo de modo eufemístico. Más bien al contrario: donde había una historia épica llena de ramificaciones y personajes complejos y carismáticos, se asiste a una peripecia sencilla, pero hinchada hasta la extenuación con tramas secundarias de escasa hondura dramática y personajes que en su mayoría son esbozos, meros pretextos para desarrollar un gran espectáculo aventurero, orquestado —eso sí— de forma intachable.
En El Hobbit 3: La Batalla de los Cinco Ejércitos —perfecto ejemplo de la escasez de propuestas por parte de Jackson, y, sin embargo, la más compacta y lograda de las tres partes de esta trilogía— se resuelve a los pocos minutos de metraje la situación que en La desolación de Smaug había quedado inexplicablemente inconclusa. A partir de ahí, se va configurando una batalla que ocupa casi la mitad de la película, la cual transcurre esencialmente como un festival de secuencias de batallas y vistosos desfiles de imponentes ejércitos de elfos, enanos y orcos.
Es realmente cierto que el material literario de partida de esta saga sobre El Hobbit carece de la magnitud de su trilogía precedente, pero esa tampoco puede ser una excusa. La avaricia comercial que mueve a Jackson es tan evidente como cuestionable.
Ya lo dijo Jackson hace par de años en boca de Gandalf, el Gris: “Toda gran historia merece ser adornada”. Justo aquí, en una de las primeras secuencias de la primera película de El Hobbit, se evidencia la intención que movía al director neozelandés.
Pero lo fatuo es fatuo aunque lo dirija Peter Jackson. Su empecinamiento en convertir las 250 páginas de la novela El Hobbit en tres películas, de más de par de horas cada una, lastra la calidad de toda la trilogía y baja las expectativas que él mismo colocó a una altura considerable diez años atrás.
Pero así como en la vida a menudo la atracción hacia lo que nos agrada se escapa por vías ajenas a la lógica, El Hobbit 3: La Batalla de los Cinco Ejércitos hará —a pesar de esos fardos que rebajan el tono épico, como esa historia de amor entre una elfa y un enano, que Tolkien jamás escribió— que cuanto amante de magos, elfos, dragones parlantes y demás criaturas del mundo tolkiano tenga la suerte de ver esta cinta se sienta absolutamente a gusto.
Los efectos especiales de este filme están perfeccionados al máximo para que los espectadores —incluso aquellos que detesten el amor forzado de una elfa que tiene que agacharse para besar a un enano e ignora a un Orlando Bloom esbelto y dispuesto al lado— disfruten cada minuto del filme… y se les estruje de nostalgia el alma cuando piensen que es la última parte de ese mundo imaginario lleno de aventuras… y les consuma entonces tan solo un único deseo: el de compartir una pipa con Martin Freeman (Bilbo Bolsón)… por allá… cerca de la Comarca.
Leandro
30/3/15 12:23
Esta película me gustó, sin embargo bien pudo hacerse en una sola. El respeto al original, pues por el piso. Ojalá no se le ocurra hacerle esa misma trastada al Silmarilion. Me quedo con el Señor de Los Anillos. Much mejor. Y mer todavía con los libros originales. Los recomiendo grandemente y si pueden leerlos en el original en Inglés, pues el disfrute es doble. Así se quita el sabor comercial de ver la película. ëta es sólo para verse sin forzar el cerebro, y para deleitar los ojos. Hasta ahí.
Soy Cubana de Alma
29/3/15 19:19
Hola que bueno poder dialogar aqui en la web con ustedes y poner mi criterio. Sí, esta película no es de las mejores pero entretiene. Gracias.
B-
25/3/15 21:26
Me gusta la saga esta a partir de ver las peliculas. No conozco las novelas, pero las peliculas si me gustan aunque es verdad que son largas
V@leri@
25/3/15 21:16
A mi lo que mas me gusto de este resumen de la pelucla es eso que dice que lo fatuo es fatuo aunque lo dirija Peter Jackson. se le da al director con este modo un tratamiento directo y sincero que me resultad placentero
Raulito
25/3/15 21:03
Totalmente de acuerdo con Joel. No se dan cuenta de que el cine no puede ser visto como un negocio. O entonces pasan cosas con esta película que pudo haber sido mucho mas delo que fue. Se creen que se las saben todas pero al final el cine no es un negocio no es una transaccion de dinero. la vida es muy dura para las personas que no influyen en desiciones cinematograficas y que tenemos que conformarnos con lo que otros que solo quieren ganar dinero ponen en la pantalla. mi familia entera sigue la saga de peter janson del hobbit pero esta ultima parte nos dejo a todos con las ganas de un cierre mejor.
Rogelio
25/3/15 9:44
Esta es un comentario más del tipo de personas descontentas con todo e hipercriticismo elitista, con afán de hablar mal de cualquier producto mediático de ribetes de espectacularidad. Hubiera sido más adecuado hacer una matización racional de los problemas y las virtudes del material. Es cierto que la historia está estirada como un chicle que no daba para tres largometrajes, pero así los fans de Tolkien disfrutamos más, que es lo que queríamos, no que nos dieran un resumito del libro en formato cortometraje. Que maten al dragón tempranito en la película, es que así está en la historia de Tolkien, donde luego se da paso a la batalla de los 5 ejércitos. Es también falso que no se hallan desarrollado los personajes sicológicamente: por ejemplo, la profundidad de las tensiones que pasan por Thorin Escudo de Roble y sus vacilaciones entre el honor, el deber, la amistad y la ambición, por decir lo más obvio. El rey elfo, Thranduil, es otro que da tremenda talla de caracter, por sus motivaciones férreas y ambiciosas y movimientos sinuosos. El rol de los humanos, que no es mucho en esta historia pero igual, sus temores y ambiciones y avances y retrocesos tienen gran verosimilitud. Una crítica que pudo hacer la periodista y sin embargo pasó por alto: desvanecieron al personaje de Beorn y su importante papel en la novela. Y finalmente, si la periodista se enamoró del elfito rubio, ese es su problema y no tiene por qué tratar de imponérselo a la elfa, la que por su parte debía estar aburrida de andar rodeada siempre de elfitos rubios.
Bermep
30/3/15 9:00
Hola,, estoy muy de acuerdo con la opinion de Rogelio,,,, disfrute a lo maximo de las dos sagas,,, largometrajes de esta escala no se logran con pequeños presupuestos, por lo que primero hay que saber que se van a recuperar los millones que se han invertido para lograr que disfrutemos con cada efecto de dichas adaptaciones sin perder una trama llamativa que unque no cumpla con todas las espectativas ni esèctadores (que es imposible), no quita el mérito de ser una buena película.
Joel
24/3/15 12:50
Lo que han hecho es acabar con el libro, con el afán de hacer mucho dinero lo hicieron tres películas cuando una sola era suficiente. Incluso inventaron parte de la trama e insertaron personajes que no aparecen en El Hobbit. Los verdaderos seguidores están molestos con las películas. La verdadera historia se ve mucho mejor en el animado del 1977. Y proximamente van a seguir profanando La Guerra de las Galaxias. El cine se ha convertido en puro mercantilismo.
Beck Báthory
24/3/15 15:03
Joel tienes toda la razon sobre tu preocupación con el largometraje, aún cuando el andamiaje técnico del filme es bueno el contenido carece de expresión y alma, solo hubiese vastado con un filme para resumir la idea de Tolkien acercadel mudel mundo hobbit y el dichoso anillo, en cuanto a las quejas de los miles de fans internet arroja un dato exacto respecto a esto y los comentarios son horribles pues los críticos no tuvieron en cuenta que los verdaderos críticos de cine son las personas que ppoblan el mundo.
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