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martes, 19 de noviembre de 2024

Una joven Cinemateca de 55 años

La Cinemateca de Cuba ha sido responsable del rescate, restauración y preservación de parte de la memoria fílmica de la nación...

Yeneily García García en Exclusivo 06/02/2015
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Para muchos el cine no es solo un arte, sino un medio de vida. La vía para expresarse, exorcizar demonios, demostrar compromisos y cumplir el sueño de multiplicar su voz, de pasar a la posteridad con una obra que otros puedan apreciar.

 La fama y la permanencia en la memoria colectiva generalmente recae en las profesiones más visibles en el mundo del séptimo arte, lo que pocos tienen en cuenta es que muchas veces entre el olvido y el protagonismo se interponen personas e instituciones que hacen que no se pierda el esfuerzo de cientos de personas y el resultado de años de trabajo.

Por más de medio siglo -55 años para ser exactos - la Cinemateca de Cuba ha sido responsable del rescate, restauración y preservación de parte de la memoria fílmica de la nación, lo que unido a una constante labor de promoción de lo mejor de la producción mundial, ha permitido que generaciones de cubanos se sientan como en casa en una sala oscura.

Uno de los países más cinematográficos del mundo, donde su gente respira cine e ir a ver una película es cosa de todos los días, y aun así motivo de fiesta: así ven a Cuba no pocos visitantes que se asombran de las largas filas de ansiosos espectadores fuera de las salas cubanas, pequeños focos de resistencia, reductos de la idea de ir al cine como una experiencia social, enfrentados a la modernidad más compacta que arrasó con los enormes cines de la época de oro del celuloide.

Esto es en gran parte, resultado de la minuciosa batalla que durante estos años han librado contra el moho y el olvido, programadores, especialistas, técnicos y críticos, empeñados en multiplicar su propia pasión por el cine.

El objetivo fundamental de una Cinemateca es la preservación del patrimonio fílmico, pero no solamente preservarlo,  sino difundirlo, airear esas copias y ponerlas al servicio de las nuevas generaciones de espectadores, esa es el propósito de una institución como la nuestra, aseguró Luciano Castillo a Cubahora, cuando en una entrevista conversábamos sobre las nuevas perspectivas de la Cinemateca, casi inmediatamente después de su asignación como director, en los primeros meses de 2014.

En aquel entonces Castillo, uno de los más serios y acuciosos investigadores del séptimo arte en Cuba, insistía en la necesidad de renovar procederes y hasta formas de pensar, más a tono con los nuevos tiempos, en que la tecnología permite una libertad para crear impensable décadas atrás.

“Durante una buena cantidad de tiempo, por no decir por 54 años, la labor fundamental de preservación ha sido en relación con la producción del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos, lo que yo en lo personal considero que es una limitación, por cuanto el patrimonio fílmico nacional abarca la producción de los Estudios Cinematográficos del Ministerio de las Fuerzas Armadas, del Instituto Cubano de Radio y Televisión, los del Cinematografía Educativa o CINED, y la productora Octavio Cortázar, por solo citar unas; y a medida que vayan surgiendo nuevas productoras, lo ideal es que siempre haya un depósito de la obra, digamos para garantizar que se conserve ese quehacer que también es cubano.”

 Hoy, el trabajo continúa. Espacios para la promoción del cine hecho en casa permiten la familiarización de los nuevos públicos con joyas de la cinematografía nacional y la difusión, como en los años 60 y 70, de clásicos y contemporáneos de países tan distantes como Grecia, China, India y Alemania, hasta los cercanos Argentina, Haití, Brasil y Colombia.

 Este seis de febrero, la Cinemateca estrena nueva sede para proyecciones. El Cine 23 y 12 servirá de escenario para el histórico cumpleaños, que se celebrará por supuesto con la exhibición de filmes, entre los que resalta uno muy especial: El Parque de Palatino (1906), considerado el primero rodado en la Isla.

Completarán el programa La fiebre del ajedrez (1925) y el estreno en Cuba de la aclamada Ida (2013), del realizador polaco Pawel  Pawlikowski. Una invitación que todo cinéfilo sentirá como un regalo.


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Yeneily García García

Lectora voraz y artista frustrada, enamorada desde siempre del periodismo de Agencia y ejerciéndolo con plenas facultades desde 2008.


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