Cómo manejar conflictos

Cuando no sabes si realizar una tarea doméstica o si terminar una entrega del trabajo; o cuando no te pones de acuerdo con otros miembros de tu familia sobre cómo dividir los horarios para ver la televisión, estás en presencia de conflictos. Ellos forman parte de la vida cotidiana, es por esto que debemos encontrar formas educativas de manejarlos, de modo que aprendamos y quedemos satisfechos con su resolución.

¿QUÉ TIPOS DE CONFLICTOS EXISTEN?

Los conflictos pueden ser de orden intrapersonal. Estos surgen como consecuencia de contradicciones internas a la persona. Generalmente aparecen cuando hay dos o más opciones, y la elección de una influye sobre la otra.

Los conflictos interpersonales surgen entre dos o más personas que poseen intereses contrapuestos, ya sean creencias, valores, normas, etc. Aunque también pueden surgir debido a que ambos tienen el mismo interés y solo uno puede obtenerlo.

También existen los conflictos organizacionales. Estos surgen de problemas vinculados al trabajo y de las relaciones entre grupos o individuos.

¿SON SIEMPRE NEGATIVOS LOS CONFLICTOS?

Los conflictos pueden retrasar decisiones, limitar resultados, afectar a las relaciones interpersonales, y proyectar una imagen negativa de las organizaciones, pero todo lo que aportan no es negativo.

Ellos también pueden revelar las deficiencias que existían, evidenciar errores en las decisiones tomadas y ofrecer oportunidades de mejora.

¿CÓMO MANEJAR UN CONFLICTO?

Para resolver una discrepancia, ya sea interna o externa, debes buscar el momento y el lugar adecuados. Debes además, definir cuál es el problema que quieres solucionar. Empieza siempre hablando en positivo, incluso si es contigo mismo. Sé concreto en lo que quieres decir, qué te gusta, qué te preocupa. Esfuérzate y trata de poner sobre la mesa todas las alternativas de solución posibles. Evalúa la pertinencia de cada una de estas soluciones y decide cuál es la más beneficiosa para ambas partes (o para ti en caso de que sea un conflicto intrapersonal).  Luego de poner en marcha la solución, evalúa si ha tenido resultados.