Este ha sido un año atípico. También para los niños y niñas cubanos. Dejaron la escuela y jugar con los amigos para estar en casa. Sus padres fueron sus maestros, las clases pasaron al televisor.
Sin embargo, estuvieron protegidos. Nunca se dejó de lado el interés por su bienestar porque son lo más querido, su felicidad lo es todo. No se ha tenido que lamentar la pérdida de ningún menor a causa de la Covid-19. Con un protocolo especializado para el tratamiento de los infantes y medidas específicas para la prevención de su contagio, los niños y niñas cubanos han permanecido a salvo.
Ya de vacaciones, con la mayoría de las provincias en fase tres de la recuperación post Covid-19, ya han podido salir a la calle con mayor confianza. Con medidas sanitarias que cumplir, claro está, pero por fin disfrutan de los parques de diversiones y demás centros de recreación destinados a su sonrisa, esa que siempre queremos ver, nos da fuerza y esperanza.
Niños disfrutan de actividades recreativas en Cuba en la etapa post Covid-19 (Foto: Abel Rojas Barallobre)
Los padres cubanos han jugado un rol importante en la protección de sus hijos de la Covid-19 (Foto: Abel Rojas Barallobre)
Con medidas higiénicas, como usar nasobuco en lugares públicos y mantener la distancia, los niños y niñas disfrutan del verano (Foto: Abel Rojas Barallobre)
Entre las medidas sanitarias generales anunciadas por el Ministerio de Salud Pública, se establece el uso obligatorio de la mascarilla durante la primera fase, mientras que, en la segunda y tercera, se llevará solo en lugares públicos (Foto: Abel Rojas Barallobre)
No se deben descuidar las medidas sanitarias para así proteger la salud de los niños y niñas (Foto: Abel Rojas Barallobre)
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