Desde que le hicimos la propuesta vía telefónica, no tardó en darnos el sí: la idea era acompañarla durante todo un día de ensayo y de función, observarla, saber qué ocurre antes de que se corra el telón del Festival Internacional de Ballet de La Habana, los sacrificios y estilos de vida de un bailarín del Ballet Nacional de Cuba.
La buscamos en la Sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba, donde estaban reunidos varios integrantes del cuerpo de baile para un ensayo este miércoles, y desde que llegamos a la zona de los camerinos comenzamos a vivir la aventura de ver el ballet desde otro ángulo. No el del espectador que evalúa la magistralidad de una interpertación, una técnica impecable o la capacidad de recorrer de una punta a la otra el escenario. Nos interesaba conocer a los seres humanos que esconde el satín y las zapatillas, el punto de vista del entrenamiento, de los nervios de punta al imaginar que está muy apretado el tiempo para el cambio de vestuario, el de los sacrificios y las alegrías.
Anette Delgado, Primera Bailarina del Ballet Nacional de Cuba, aceptó que la acompañaramos durante la preparación de una función (Foto: Fernando Medina/ Cubahora)
“¿Eres bailarina?”, “¿y? ¿no comes?”, “¿cómo te mantienes tan delgada?”, dice Anette Delgado que le sueltan constantemente quienes por primera vez la conocen. “Que como es posible que nos paremos en puntas, que las ampollas... hay muchos mitos alrededor del ballet. Pero la vida normal de un bailarín es como la vida de otra persona, digamos que lo que la gente ve como demasiado sacrificio nosotros lo vemos como parte de nuestra carrera”, asegura.
—Se dice que el ballet más que una profesión es un estilo de vida, una disciplina, ¿cómo es un día en la vida de Anette Delgado?
—El mundo del ballet es verdad que lleva mucha disciplina y rigor, porque trabajamos con el cuerpo y no todos los días el cuerpo está en óptimas condiciones; hay días que tenemos fiebre, o dolores por lastimaduras y hay que sobreponerse a todo ello. Pero la vida normal de un bailarín es como la vida de otra persona, digamos que lo que la gente ve como demasiado sacrificio nosotros lo vemos como parte de nuestra carrera: cuidarte el cuerpo para estar preparada para la función. A lo mejor tenemos que quitarnos un poco las salidas nocturnas, pero igual podemos compartir con amigos, salir, bailar.
“La niñez es la que nos marca un poquito. Estamos desde los 9 años en esta carrera, estamos además en la escuela, y muchas niñas no tenemos tiempo a veces de jugar a las muñecas. Tenemos que empezar a tomar decisiones maduras para esa edad, estar muy concentrados porque son muchas coreografías y la metodología también es muy amplia. A esa edad uno tiene que ir aprendiendo cada paso, para evitar las lesiones futuras. Creo que es la etapa más dura, pero para mí fue muy linda. Era esa niñita que lo único que tenía en mente era bailar, aprender. Cuando iba a las funciones de ballet veía a esas grandes figuras, y decía, “mi sueño es ser como ella” y lo he alcanzado”.
—¿Qué papel tiene la familia en tu profesión?
—La familia es fundamental, necesitamos mucho apoyo porque a lo largo de la carrera atravesamos por no pocos obstáculos y necesitamos tener un sostén. Desde pequeña siempre mis padres estuvieron ahí apoyándome, dándome fuerzas para continuar adelante. De niña siempre estuve en la Nocturna, terminaba las clases a las 9 de la noche y eso para un niño era agotador, porque me acostaba bien tarde y al otro día tenía que levantarme temprano. Pero era una etapa que yo disfrutaba y no sentía para nada ese agotamiento y ese sacrificio que mis padres sí lo sentían, pero nunca me lo dijeron.
El Ballet es una carrera en la que no paras, lleva todos los días un esfuerzo extra (Foto: Fernando Medina/Cubahora)
—¿A partir de qué momento comenzaste a comprender la dimensión exacta de todo ese universo en el que te habías adentrado?
—Uno lo siente en muchas etapas, pero ya cuando uno pasa a nivel superior, que es la ENA (Escuela Nacional de Arte) y empieza a hacer roles más protagónicos como a lo mejor una suite del ballet completo, empiezas a darte cuenta que sí es duro, que cuando estás bailando tienes que estar pensando en la coreografía, en el estilo, en los pasos técnicos. Pero eso no lo notas hasta que tienes más madurez como persona. Ahí te das cuenta de que es una carrera en la que no paras, que lleva todos los días un esfuerzo extra. Eso sí, si lo que te gusta desde pequeña es bailar, cuando te paras en el escenario se te olvidan todos los problemas y es solo la satisfacción.
—Desde el punto de vista de la preparación, ¿cómo es el entrenamiento de un bailarín, su alimentación?
—Cuando alguien nos pregunta “¿eres bailarina?”, “¿y qué? ¿no comes?”, “¿cómo se mantienen tan delgadas?” no puedo dejar de pensar que se trata de un mito. En mi caso particular, no he tenido que hacer dietas estrictas, solamente en el cambio de adolescente a mujer, que tuve un cambio hormonal que tuve que aguantarme un poco la boca, pero normalmente hoy no como de todo porque no me gusta, pero me alimento normal, como un poquito de todo. No me gustan los dulces, a lo mejor eso me ayuda a mantener mi físico. Hay muchachas que sí tienen que hacer más dieta durante toda su carrera, pero uno lo hace porque es su físico, su carrera; no lo haces como un sacrificio, al contrario.
El cuidado de los pies es fundamental para una bailarina (Foto: Fernando Medina/ Cubahora)
“Sobre el tema de los pies también se ha dicho mucho: “que como es posible que nos paremos en puntas, que las ampollas”… Yo no he tenido muchas ampollas, de hecho todas las personas de la calle que me han visto dicen que no tengo pies de bailarina, no tengo muchos callos, pero sí es doloroso. Las uñas sufren mucho, hay días en que tenemos muchos ensayos seguidos y llega un momento en que no te puedes parar en punta del dolor en las uñas, que siempre es como que están enterradas. Yo normalmente cojo un cubo con agua lo más caliente posible con sal y vinagre, meto los pies un rato y eso me alivia. Son trucos caseros que uno va averiguando a lo largo de la carrera, y a mí me funcionan”.
—¿Hacen ejercicios diariamente?
—Sí, los ejercicios se hacen como entrenamiento aparte del trabajo, es extra de lo que son los ensayos y las clases. Tenemos preparadores físicos en el Ballet y el propósito es entrenar los músculos para aliviar aquellos que más trabajan. Consiste en hacer muchos abdominales, fortalecer las piernas, todos los músculos de la espalda, los estiramientos, y relajar para evitar que un músculo se contraiga y se lastime.
El estiramiento antes de la función es imprescindible (Foto: Fernando Medina/Cubahora)
—¿Cuáles son los movimientos más difíciles que tienes que hacer en una función?
—Pienso que todos los movimientos son difíciles porque es un conjunto de concentración. Por ejemplo, en el Lago de los Cisnes Segundo acto, tienes que llevar los brazos a la par de la técnica, las piernas a la par de la interpretación, pero también que no se vea dureza, sino que se vea una suavidad. En el Ballet todo, un simple paso, lleva un porqué y ahí radica lo difícil.
—¿Has sufrido algún accidente que te haya marcado?
—Hace muy poco tuve una lesión en una articulación que se me desplazó un poco y no pude pararme en puntas. Estaba ensayando y se me trabó un pie y de pronto dejé de sentir mis pies. Me puse bajo tratamiento médico, nadie sabía qué tenía. Luego encontraron cuál fue la lesión y estuve cuatro meses parada sin hacer nada. Pasaron muchas cosas por mi cabeza, que a lo mejor ya era el fin de la carrera, porque si no me podía parar en puntas…pues no podía hacer nada; pero con los médicos, los compañeros de la compañía, mi familia, pude superar esa lesión y seguir entrenando poco a poco. Todavía no me siento yo misma. No es tanto tiempo, pero para el Ballet un día que uno pierde equivale a una semana.
"Necesitamos mucho apoyo porque a lo largo de la carrera atravesamos por no pocos obstáculos y necesitamos tener un sostén" (Foto: Fernando Medina/Cubahora)
—Has dicho en varias entrevistas que uno de los personajes que más te costó fue Giselle, ¿Por qué?
—Giselle es la obra cumbre del Ballet Nacional de Cuba y es un ballet que desde chiquitica a mí me marcó mucho verlo, pero me ha sido muy difícil la parte interpretativa. Soy una persona que le cuesta mucho comunicar sus sentimientos, soy introvertida, muy penosa también y eso me afectó. Tuve mucho trabajo con Josefina Méndez y la actriz Alina Rodríguez, quienes me fueron dando cada detalle, porque es difícil expresar con la cara, con el rostro y con el cuerpo sin poder hablar. Siempre me quedaba un poquito por detrás, al pensar que me fuera a ver mal, o que algún gesto no estuviera bien. Pero me ha costado tanto, que por eso es que lo disfruto también.
“Lo he hecho durante tantos años que he logrado superarme a mí misma en este papel, y he logrado proyectarme y sentir que en cada función aparece algo nuevo”.
“Yo me siento halagada cada vez que leo una crítica que habla sobre Giselle y en este caso sobre mí, porque como ha sido lo que más me ha costado… Cuando me paro en el escenario a ser Giselle me siento a plenitud, he puesto hasta cositas de mis vivencias en ese personaje, veo que se ha logrado, que se han visto avances.
—¿Qué características debe tener un bailarín del Ballet Nacional de Cuba?
—Yo pienso que aquí hay muchachos muy buenos y la compañía se lleva bien en sí. La característica que yo pienso que debe tener un bailarín en cualquier parte del mundo es disfrutar lo que hace, sentirlo, para que finalmente llegue al público.
Anette Delgado en el ensayo junto a María Elena LLorente, maitre de la compañia (Foto: Fernando Medina/Cubahora)
—Y a los cubanos, ¿los distingue algo?
—Siempre que se para un bailarín cubano en cualquier parte del mundo, saben que es cubano, supongo que sea porque en los hombres en este caso el baile es muy característico, es como muy varonil y se nota mucho lo que es la Escuela Cubana de Ballet, en los hombres se explota mucho lo que es esa fuerza a la hora de bailar, los giros… Y lo que siempre todos dicen es ¿por qué los cubanos giran tanto?
—¿Tienes hijos?
—Aún no, pero los tendré.
—¿Te gustaría que fueran bailarines?
—Pues no lo sé, lo que ellos quieran ser, en verdad no me gustaría, porque es una carrera de mucho sacrificio y puede ser muy deprimente en el sentido de que una función a lo mejor no te queda como tú querías, te deprimes, y tienes que salir de ese hueco. Pero si ellos quieren ser bailarines y tienen las condiciones adecuadas, pues adelante, solo que no les voy a exigir nada.
Tito
23/11/17 15:33
Siento una envidia, claro una envia sana, por las fotos que Fernando Medina le tomo a Anett Delgado, esa es mi bailarina preferida, pero bueno estoy disfrutando las fotos de fernando como si la hubiera tomado yo, son excelentes fotos, gracias amigo
mary
12/2/16 22:07
maravilosa !!, una tremanda bailarina, tuve el privilegio de verla bailar Giselle en el Gran teatro de la Habana "Alicia Alonso", le deseo muchos exitos en su vida profesional y personal
Yanara hervis
10/11/14 11:16
Escelente trabajo, una forma original de acercarnos a la vida y profesión de esta gran bailarina.
Maribel Acosta
8/11/14 22:16
Maravilloso reportaje. Es un modelo de periodismo, desde el título, la fotografía, el texto, la multimedialidad y sobre todo la sensibilidad exquisita para contar una historia "cotidiana". Estoy oirgullosa de sus autores, jóvenes egresados nuestros!!!!!!!!!!! Hace mucho tiempo no veía un reportaje tan completo en la prensa cubana.
Alberto
7/11/14 9:36
Magnífico trabajo periodístico de Fernando Medina, es un talento... FELICIDADES!!!!
ileana
7/11/14 8:52
felicidades a los tres por el talento: bailarina, periodista y fotógrafo
Alicia
7/11/14 8:49
Periodista y fotografo son poesía juntos, FELICIDADESSSSSSSSS A LOS DOS, espero leer más trabajos como este en Cubahora, superan realmente lo que hace cualquier medio cubano. GRACIAS POR LA BELLEZA Y LA SENSIBILIDAD Y LA PALABRA PRECISA
Carolina Gtt
7/11/14 8:21
Muy buena entrevista, es verdad que la vida del bailarín es una vida de disciplina y de sacrificios, pero tambien es muy gratificante ver que todo el esfuerzo que hacen se convierte en magia cuando suben al escenario y nos regalan tan hermosos momentos. Mucha suerte para ti Anette que sigas teniendo exito en tu carrera.
Maite
6/11/14 19:03
genial, chapeau ante uds :D
Dr. Alemañy
6/11/14 18:14
Opinar sobre Anette Delgado resulta muy embarazoso, es tan perfecta y maravillosa, es obvio que su arte consiste en una susección de exquisitez, perfecta técnica, buen gusto y grandeza inmensa, por esa razón, lo único que queda decir es, que tenga una larga vida para que a nosotros los simples mortales nos siga deleitando, porque esa es la única tarea de una diosa.
luli
6/11/14 15:41
muy bonita la entrevista, nos dio la posibilidad de ver detras de las cortinas maravillosas fotos
gracias
Maribel Acosta Damas desde Fb
6/11/14 15:05
Maravillosas fotos. REalmente maravillosas
Lorena
6/11/14 14:57
Brillante! Muchos éxitos para esa gran bailarina.
Alina
6/11/14 13:55
Bonita entrevista a la bailarina, con muestras de sacrificio y entrega por alcanzar sus sueños, lindas fotos, nos gustaron mucho.
Janet
6/11/14 10:34
me encantó!! gracias por este acercamiento al a vida del bailarín cubano, linda entrevista y geniales fotos!!
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