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lunes, 18 de noviembre de 2024

Las miradas de Cremata a "Contigo, pan y cebolla"

Cubahora conversó en exclusiva con el cineasta Juan Carlos Cremata, a propósito del estreno en cines cubanos de la pieza "Contigo, pan y cebolla"...

Maya Ivonne Quiroga Paneque en Exclusivo 10/11/2014
3 comentarios

Mi encuentro con Juan Carlos Cremata se produce en el lobby del habanero cine 23 y 12 donde ensaya con un grupo de actores. No indago en los detalles y espero pacientemente mi turno para que me conceda esta entrevista, pero intuyo que ese pasaje divertido y estrafalario disfrutado por mis ojos formará parte de un espectáculo donde al final se podrá apreciar la última película del prolífero director de cineteatro.

El venidero 20 de noviembre tendrá lugar el estreno de Contigo, pan y cebolla, tercera obra teatral donde Cremata extrapola los códigos del teatro al séptimo arte. Con esta pieza mayor del comediógrafo Héctor Quintero continúa el homenaje a ese grande de la escena cubana que diera inicio con la versión cinematográfica de El premio flaco.

—¿Por qué ese interés en llevar el lenguaje teatral al lenguaje cinematográfico?

—Llevar textos teatrales al cine es tan viejo como el mismo cine. Gracias a eso conocimos, incluso, de la actuación de Sarah Bernhardt (París, 1844-1923) y de muchísimos otros actores. Es una práctica muy antigua y, al mismo tiempo, muy contemporánea.

“Pienso que trasladar textos escritos del teatro garantiza una afluencia de público pero, además, salvaguarda para la posteridad y las actuales jóvenes generaciones textos importantes no solamente para nuestra cultura sino también para nuestra identidad nacional.

”El caso de la obra de Héctor Quintero es muy particular porque, antes incluso de que yo fuera cineasta, me enamoré de una de sus piezas, El premio flaco, y pensé: esta sería una buena película. De ahí que cuando me convertí en director de cine tuve entre mis proyectos hacer esta película hasta que lo logré.

”Después valoramos con Héctor la posibilidad de llevar al cine su obra más conocida, un proyecto que además había sido frustrado anteriormente porque durante los años 60, cuando la obra estaba en su total apogeo de público, supimos a través del propio Héctor que Tomás Gutiérrez Alea (Titón) se había interesado en llevarla al cine pero un burócrata la consideró muy costumbrista y se desechó la idea.

”Luego de la filmación de El premio flaco conversamos con Héctor sobre la posibilidad de convertir Contigo, pan y cebolla en una película. En esto influyó mucho Alina Rodríguez, quien estuvo constantemente alertándonos sobre el deseo inmenso que tenía de trabajar en ese proyecto.

”Desafortunadamente, Héctor murió y no pudo ver realizado su sueño. Eso hizo que yo aplazara otros proyectos para asumir Contigo, pan y cebolla y fue una película que realizamos con mucha urgencia, con muy poca preparación y mucho oficio, pero parece que Héctor y Titón la están comandando, donde quiera que estén.

”Siempre cuento con un excelente equipo, liderado por Lourdes García, productora general, que conoce exactamente lo que quiero. Ya hemos filmado tres películas juntos. Ellos me responden muy bien y para nosotros, en medio del dolor por la pérdida de Héctor, hicimos lo que consideramos un acto de justicia cultural, llevar Contigo, pan y cebolla a las pantallas de cine”.

—Recientemente, se celebraron los cincuenta años del estreno de Contigo, pan y cebolla. ¿Cuán fiel es la película al texto original?

—La película es exactamente el texto original. Solamente se cambió una palabra para modernizarla un poco. Héctor era muy quisquilloso con sus puntos, comas y palabras. En el cine trato de ser fiel a la obra original porque lo que quiero es legarla para la posteridad. A veces hay que adaptarse a los tiempos cinematográficos como sucedió con El premio flaco, que es una obra de dos horas.

“En este caso respetamos absolutamente todas las escenas, pero la hicimos respirar a tiempo cinematográfico y la sacamos del único punto de vista que tiene el teatro. De ahí que en un futuro la película pueda ser catalogada de clásica, convencional, pero está hecha con esa intención de reflejar un clásico de la cultura cubana. Por suerte, Héctor era muy genial a la hora de retratar ciertos aspectos de nuestra identidad.

”Curiosamente, cuando empezamos a filmar la película descubrimos que tiene muchos textos con total vigencia. Aunque fuimos fieles a la época —de 1955 a 1958—, hay textos que parecen dichos ayer o mañana”.

—En esta versión cinematográfica actúa nuevamente Alina Rodríguez. Usted comentaba que ella tuvo que adaptarse al lenguaje del cine luego de haberla interpretado en el teatro.

—Esta no es la primera película que ruedo con Alina ni es la primera donde ella actúa. De hecho, participó en El premio flaco y en Chamaco, mis dos obras anteriores. Lo que sucede es que ella fue uno de los motores impulsores más grandes de este proyecto porque, según consta en un escrito que le dejó Héctor, ella fue la segunda mejor Lala Fundora, después de la genial creación que hiciera Berta Martínez en el teatro.

“A Alina le costó mucho trabajo asumir nuevamente este personaje que tenía muy bien moldeado y que había representado muchísimas veces en el teatro porque tuvo que deconstruirlo, no solamente para filmar de manera desordenada como se hace en el cine, sino también desordenar sus emociones y ordenarlas después, aceptando cortes y marcas exactas.

”Fue una relación creativa muy difícil entre Alina y yo, porque ella tenía que deconstruir un personaje que se conocía al dedillo para construirlo a la manera cinematográfica y, además, según mi visión, con todo el respeto al texto, al ambiente y a los personajes de Héctor. Por eso decimos del filme: Contigo, pan y cebolla. Una película de Juan Carlos Cremata, basada en la obra homónima de Héctor Quintero”.

—¿En qué medida cree que esté presente en esta puesta cinematográfica la vis cómica de la obra teatral?

—Totalmente. Eso es parte de Héctor Quintero. He visto algunas versiones en este aniversario 50 de su estreno que estoy seguro a él no le hubieran gustado. Héctor era una persona difícil —no en el trato, con nosotros siempre fue muy amable y cariñoso— pero sí era capaz de pararse en un teatro y suspender una puesta si no se adaptaba a lo que él había escrito.

“No creo que sea el caso de nuestra película donde, además, no solamente trabaja una actriz tan quinteriana como Alina Rodríguez, que volvió al cine y al teatro cubano a traer este proyecto, sino también Alicia Bustamante, que regresó con el personaje de la Fefa, con el cual sustituyó durante una semana a la actriz Silvia Planas —la madre de Vicente y Raquel Revuelta—. Casualmente fue la semana en la que yo vi por vez primera Contigo, pan y cebolla. Recordaba mucho a Alicia. Tanto Alicia como Alina se encargaron subconscientemente o subrepticiamente de cuidar el texto de Héctor Quintero.

”El resto de los actores se entregaron de manera casi virgen a la construcción del personaje.  Héctor sabía de antemano, antes de morir, que Enrique Molina iba a ser Anselmo Prieto y estaba muy contento. De hecho, Molina siempre me preguntaba cuándo podría trabajar conmigo y yo le decía: ‘Yo tengo tantas ganas de trabajar contigo como tú conmigo’. Héctor también sabía que Edith Massola era la Fermina, que parece un personaje creado específicamente para ella, aunque Edith era una niña cuando se escribió la obra. Osvaldo Doimeadiós es otro gran actor.

”El resto del elenco hace papeles más pequeños pero están muy en el espíritu de Quintero. Natalia Tápanes —la hija de Edith Massola— hace de Lalita, no por ser hija de su madre sino porque la considero una buena actriz. Carlos Solar es Anselmito y Leoni Torres debuta como actor en el rol de Alfredo, un personaje que sale en los cinco minutos finales de la película. Estamos muy contentos porque todos ellos se presentaron de manera muy virgen y desprejuiciada a lo que para ellos era una fiesta con el humor, la gracia y la cubanía de Héctor”.

—¿Cuándo está previsto el estreno y qué sucederá el día de la premier?

—Tenemos planificado un acto casi simbólico de homenaje a Héctor Quintero el 18 de noviembre (es mi cumpleaños). Yo también me estoy regalando este homenaje, que se hará en la sala Hubert de Blanck, ojalá que con la presencia de todos los premios nacionales de teatro y de cine. Se proyectará la película allí, en el lugar donde nació esta obra, donde Héctor obtuvo sus éxitos más encumbrados y además donde estrenó su última obra antes de morir: Monseñor Bola. El acceso será  muy limitado porque el teatro  Hubert de Blanck tiene capacidad solo para 400 personas.

“El jueves 20 de noviembre, a las 8:00 de la noche, se hará la premier oficial en el cine Charles Chaplin. Después recesará la proyección. La película se presentará en los tres últimos días del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano fuera de concurso. A partir del 19 de diciembre se proyectará solamente en el cine Chaplin en una sola tanda, a las 8:00 de la noche, viernes, sábados y domingos, tal y como si fuera una obra de Héctor Quintero en el teatro.

”Con eso queremos cambiar un poco la distribución cinematográfica. No estará en todos los cines de estreno porque la gente hacía grandes colas y se trasladaba grandes distancias para ir a ver esta obra de Héctor Quintero y creo que es el proyecto específico para acercar el fenómeno del cine al fenómeno del teatro”.

—¿Cuál será su recorrido internacional?

—Estoy muy interesado en explorar el mercado asiático. Esta es una película que puede funcionar muy bien en la India, en China, porque no tiene sexo, no tiene desnudos, y eso abre muchas puertas para el mercado asiático.

“De hecho, en este momento se está estudiando la posibilidad, algo maravilloso, de que sea la primera película cubana que se traduzca al mandarín para poderla lanzar en algún festival en China. Ya estamos recibiendo noticias de festivales internacionales y vamos a darles cauce a esas propuestas. Después del festival de La Habana podremos empezar a hablar de su recorrido internacional”.

—¿Le queda alguna nueva comedia de Héctor Quintero en el tintero?

—Ahora, después del estreno de Contigo, pan y cebolla, continuaré mi trabajo anterior. Se trata de una película escrita en colaboración con Elio Fidel López Velaz, un dramaturgo cubano joven. Es una obra contemporánea que se llama Fe de ratasy será mi próxima película.

“Como director de teatro estreno en diciembre Cloaca. Es el estreno en Cuba de una obra muy conocida internacionalmente de Maria Göss, una dramaturga holandesa, quien vendrá a Cuba en enero o febrero para ver su obra en la isla. Espero que todo el mundo disfrute el estreno de Contigo, pan y cebolla y después lo hagan con el estreno de Cloaca”.


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Maya Ivonne Quiroga Paneque

Periodista, locutora, guionista y directora de radio y televisión

Se han publicado 3 comentarios


carlosvaradero
 19/11/14 9:54

La obra de teatro es un clasico de Hector Quintero...pero viniendo de Juan carlos Cremata esta versiòn para cine debo suponer que serà todo un exito.

guarina
 11/11/14 12:44

Felicidades Juanqui por poder completar tu película, y por tu sueño de cubania en todas tus obras.

Sigue así y seguiremos disfrutando de obras llenas de encanto tipico cubano.

Yina
 10/11/14 11:38

esjpero que sea tan buena la obra en el cine como lo es en el teatro

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