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miércoles, 27 de noviembre de 2024

Las mambisas, la guerra, la libertad.

Las mujeres mambisas y la soberanía nacional como forma de emancipación social…

Adriana Mani Benítez en Exclusivo 24/02/2024
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Video clip- La Bayamesa
Video clip-La Bayamesa

Es febrero, se celebra el reinicio de nuestras guerras por la independencia nacional y volvemos sobre la historia de las gestas anticoloniales en Cuba. En esta ocasión, me parece útil, girar la mirada hacia las otras grandes protagonistas de la hazaña por la soberanía nacional: las mujeres cubanas. Existe un reto perentorio, que es contar nuestras guerras por la independencia desde la voz de las mambisas.

Al abordar la participación de la mujer cubana en las gestas independentistas, se menciona repetidamente a Ana Betancourt cuando se alza su voz en la Asamblea de Guáimaro y Candelaria Figueredo ondea la bandera sobre su caballo en la toma de Bayamo. También, el ejemplo insigne de Mariana Grajales que conmina a los Maceo y hasta al menor de sus hijos, al decirle: “y tu empínate, que también tienes que dar tu vida por la libertad de Cuba”. Así mismo, aparece la anciana Carolina Rodríguez –“el alma de Cuba”-  en la emigración tampeña repartiendo su escaso salario como tabaquera entre las cotizaciones de diversos clubes revolucionarios para auxiliar la preparación de la futura gesta del 95. Menos conocida, Rita Suárez del Villar con la información debajo de las faldas salta de patio a patio de las casas de su natal Cienfuegos, huyendo de las autoridades españolas para no ser capturada con la correspondencia que podía incriminar a sus compañeras del club La Cubanita y a la oficialidad mambisa villareña durante la Guerra Necesaria.

Mientras se vivía este empuje de la mujer cubana combatiendo por la libertad de Cuba, en la segunda mitad del siglo XIX existía una fuerte discriminación a la mujer, que las subordinaba al padre o al esposo, que solo tenían el propósito de ser pilar del hogar, sin voz en la sociedad, ni derecho a la vida pública y a la educación. A pesar del duro escenario y sobreponiéndose a este, actúan y luchan por la emancipación de la patria durante los treinta años de lucha. Ejemplo de la discriminación existente, entre estas mujeres mambisas primaban las relaciones familiares parentales con los hombres de ideales patrióticos. En su mayoría, las mambisas partícipes de la lucha fueron las hermanas, madres, esposas e hijas de los conspiradores, de los soldados y oficiales mambises, durante y en cada una de las tres gestas independentistas. De esta regularidad, escapan algunas excepciones como la mencionada Carolina Rodríguez.

Por supuesto, luchar por la emancipación de la patria es también la manera de luchar por su propia emancipación como mujer, es la forma de romper contra las estructuras coloniales establecidas, que las subyugaban. Por ello, reafirmó que las mujeres mambisas fueron féminas adelantadas a su tiempo, que en su lucha las acompañó y las distinguió la valentía. Muestras de valentías expresadas en disímiles anécdotas a lo largo y ancho de la nación, que se resumen en arriesgar su vida en el empeño de alcanzar la plena justicia social, tanto en la labor conspirativa dentro de las ciudades, en el apoyo en el campo de batalla dentro de la manigua o desde las lejanas comunidades de emigrados cubanos. Vale resaltar, en el cúmulo de experiencias registradas, como en infinitas ocasiones se enfrentaron a las autoridades españolas expresándoles sus ideales independentistas, convicciones que eran castigadas con fusilamiento, encarcelamiento o destierro, acciones que podían costarles -como les costaron a varias- la muerte.

Además, las mujeres mambisas llegaron hasta arriesgar su propia soledad por defender sus ideales independentistas. En los estudios sobre las mujeres villareñas se descubre que, al terminar la gesta independentista en 1898, las mujeres presidentas de los clubes femeninos de Sagua la Grande, Santa Clara y Cienfuegos nunca se casaron. Las mambisas sufren la discriminación por ser adelantadas a su tiempo y acometer tareas que entonces pertenecían al rol masculino. En el tiempo que les tocó vivir, su recompensa por luchar por la libertad fue la soledad, y este fue en sí otro acto de valentía de la mujer mambisa.

Sin embargo, hay una gran deuda con las mujeres mambisas en la historia de Cuba. La labor patriótica femenina, casi en su totalidad, quedo en el anonimato. El anonimato, que surge desde su contemporaneidad, porque les falto el total reconocimiento por sus patriotas contemporáneos. De esta realidad discriminatoria resulta la escasez de fuentes, traída desde la época decimonónica hasta la actualidad, que en la inmensa mayoría de las oportunidades impide realizar estudios con profundidad y rigor sobre la labor de las mujeres en las gestas independentistas. Así, se aprecia que los estudios sobre esta temática han sido pocos, dispersos y lo más predominante son los estudios biográficos de algunas mujeres excepcionalmente significativas, valoradas de esta manera desde el siglo XIX. Por lo cual, los estudios históricos carecen de una representación cabal sobre la participación de la mujer cubana en el proceso de la lucha independentista.

Con total pesar se puede concluir, que las mujeres mambisas quedaron en el anonimato en su bregar por la libertad de la patria. No solo me refiero a aquellas que quedaron únicamente registradas por su nombre en una lista de conspiradoras, de las cuales se puede tener más o menos información sobre sus pocos datos biográficos, sino de otras tantas, que quedaron en el olvido, sin reconocerse ni su nombre y tampoco su participación. Ante las palpables carencias y vacíos sobre esta temática, el derrotero actual tiene que ser sumarse al apreciable auge de estudios sobre las mujeres en la historia nacional y socializar el conocimiento que se adquiera sobre esta temática. En el caso particular de las mujeres mambisas, se debe visibilizar a las féminas durante las gestas independentistas, no solo como las auxiliadoras benevolentes, sino partícipes directas de la historia política y militar cubana.

Las mujeres mambisas del siglo XIX comenzaron una tradición de lucha por la patria, que fue dignamente continuada en la lucha insurreccional a mediados del siglo XX por mujeres valerosas como Melba Hernández, Haidée Santamaría, Celia Sánchez Manduley, Vilma Espín y otras tantas menos conocidas, que también tienen una participación fundamentalísima en la etapa posterior al triunfo revolucionario.  La importancia en la historia nacional de las mujeres mambisas fue marcar, para las futuras generaciones de féminas, los inicios del camino de un intenso bregar y plena participación en la lucha por la soberanía nacional para alcanzar así, la emancipación propia de la mujer cubana.


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Adriana Mani Benítez

Vicepresidenta Primera de la Unión de Historiadores en Villa Clara


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